Mientras un pequeño ejército de trabajadores comenzaba el sábado la colocación de 200.000 metros cuadrados (50 acres) de cristales en ventanas rotas tras la potente explosión de un meteoro, muchos habitantes bromeaban sobre lo acontecido en esta ciudad rusa, pequeña pero no exenta de problemas.

Uno de los chistes más socorridos fue: los residentes del meteoro se aterrorizaron cuando vieron acercarse a Cheliábinsk.

La bola de fuego que con su estela cruzó el cielo el viernes a la salida del Sol fue indiscutiblemente una experiencia traumática para los habitantes de esta ciudad industrial, donde la vida es difícil.

Aproximadamente 1.200 personas quedaron heridas por la onda de choque a causa de la explosión, cuya potencia fue calculada en un equivalente a 20 bombas atómicas como la lanzada sobre Hiroshima.

Sin embargo, el suceso suscitó un sentido de cooperación en esta región que tiene sus propias dificultades y problemas.

Grandes números de voluntarios vinieron para ayudar en la reparación de los daños que causó la explosión y muchos residentes se dieron cita en internet, primero para averiguar qué había ocurrido y muy pronto para hacer bromas.

Cheliábinsk, a la que apodan Tankograd porque ahí se fabricaron los famosos tanques soviéticos T-34, puede ser tan sombría como su industria pesada, la columna vertebral de su economía.

Los inviernos muy largos con temperaturas alcanzan a menudo los 30 grados Celsius bajo cero (menos 22 Fahrenheit) se suman al semblante general adusto, igual que las preocupaciones sobre las peligrosas instalaciones en la región circundante.

En 1957, hizo explosión un tanque de desecho en la planta de armas atómicas de Mayak, en la región de Cheliábinsk, con la posterior contaminación de 23.000 kilómetros cuadrados (9.200 millas cuadradas) y el desalojo de 10.000 habitantes en los alrededores.

Ahora el lugar es la principal instalación de desechos nucleares de Rusia. Una planta enorme para la eliminación de armas químicas se ubica a unos 85 kilómetros (50 millas) al este de la ciudad.

"La ciudad es un lugar donde las personas parecen siempre enojada entre ellas", dijo el maestro de música Ilya Shibanov. Sin embargo, el meteoro "fue uno de esos momentos extraordinarios en el que las personas comienzan a vivir juntas un acontecimiento", agregó.

"Para la mayoría de las personas, el meteoro fue un buen pretexto para hacer bromas", dijo.

También fue un motivo para que Shibanov preparara de inmediato un video de rap que recibió gran atención en internet. La letra decia "Pom, pom, pom" todo volaba y las ventanas se derrumbaban en las fábricas. Este viernes las barras (de los bares) estarán llenas, prepárense para las secuelas".

También fue causa para que muchos se subieran las mangas de la camisa y se pusieran trabajar en la reparación de más de 4.000 inmuebles en la ciudad y la región, donde los cristales de las ventanas se quebraron, o para facilitarles otros servicios.

Más de 24.000 personas, incluidos voluntarios, se movilizaron hacia la región para cubrir ventanas, traer ropa y alimentos, y participar en otras acciones de asistencia, dijo la oficina del gobernador regional.

Cuadrillas de trabajadores de empresas de vidrio de regiones contiguas fueron traídas por aire.

El gobernador Mijaíl Yurevich dijo el sábado que se calculan en 1.000 millones de rublos (33 millones de dólares) los daños ocasionados por la explosión, que ocurrió a gran altitud.

Yurevich se comprometió a arreglar todas las ventanas con los vidrios rotos en menos de una semana.