Más de 36 mil personas visitaron la Feria Internacional del Libro, que ayer cerró sus puertas en La Habana en la fortaleza colonial de San Carlos de la Cabaña, vendiendo 700.000 ejemplares.

Esta 20 edición de la Feria, considerada el evento cultural más masivo que se realiza en la isla, está dedicada a los países de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), al bicentenario de la primera independencia de América Latina y el Caribe y a los escritores cubanos Jaime Sarusky y Fernando Martínez Heredia.

La presidenta del Instituto Cubano del Libro, Zuleica Romay, ofreció un balance al clausurar la etapa habanera de la cita editorial, en el que resaltó el programa "amplio y diverso" de unas 800 actividades literarias, académicas, culturales y artísticas desarrolladas desde su comienzo el pasado día 11.

También resaltó que este año creció respecto a 2010 con 158 expositores de 27 países, y salió de los pabellones de su sede principal para extender sus ventas a otros diez puntos de La Habana.

Más de 200 invitados de 40 países, entre ministros de Cultura, escritores, artistas y figuras como la guatemalteca premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú, y el teólogo brasileño Frei Betto, asistieron a sus actos.