Al menos 33 personas murieron hoy y 218 resultaron heridas en varios atentados en distintos puntos de Irak, algunos contra objetivos kurdos.

Los ataques más sangrientos se registraron en Kirkuk, 250 kilómetros al norte de Bagdad, donde al menos 15 personas fallecieron y 105 resultaron heridas por la explosión de un auto bomba conducido por un suicida cerca de una sede del Partido Democrático del Kurdistán, del presidente de la región autónoma, Masud Barzani.

Poco después, otro vehículo cargado con explosivos estalló al paso del convoy de un dirigente de esa formación, Mohamed Kamal, miembro del Consejo Provincial de Kirkuk, cuando se dirigía al lugar del primer atentado, y causó un muerto y 37 heridos, entre ellos el político.

En Tuz, 220 kilómetros al norte de la capital, al menos cinco personas perecieron y cuarenta resultaron heridas por la detonación de un coche bomba aparcado en las proximidades de una sede de la Unión Patriótica del Kurdistán, del presidente del país, Yalal Talabani, y de otra de las fuerzas de seguridad kurdas, "peshmerga".

En otros ataques en la provincia de Salahedín, al norte de Bagdad, cuatro personas perdieron la vida, entre ellas un policía, y nueve resultaron heridas, dijeron las fuentes.

Asimismo, tres policías murieron y el vehículo en el que viajaban fue incendiado en un ataque de hombres armados en la zona de Al Shaab, al noreste de Bagdad.

En la capital, cinco personas fallecieron y 23 resultaron heridas por el estallido de varios artefactos en distintas zonas.

Además, al menos cuatro personas sufrieron heridas en el norte de Faluya, 50 kilómetros al oeste de Bagdad, por la explosión de una bomba durante el funeral del diputado de la alianza opositora Al Iraqiya Saadun al Isaui, muerto ayer en un atentado suicida.

Estos ataques se producen en un momento de tensión entre el gobierno de Bagdad y las autoridades del Kurdistán iraquí por la disputa de varias zonas y una crisis política desencadenada por las protestas de manifestantes en provincias de mayoría sunita.