Para este fin de semana se redoblará el contingente policial apostado en la mina San José donde 33 mineros permanecen atrapados. La razón: se busca prevenir la ocurrencia de nuevas protestas que deriven en situaciones más complejas, la eventualidad de que pirquineros ingresen al pique y, además, por el aumento de la población flotante en la zona, visitantes y curiosos que llegan al lugar.
Son 60 efectivos repartidos en toda la zona, desde el acceso directo a la mina, hasta el camino que conduce al lugar. Habrá dos controles, uno a un kilómetro, donde están apostados un bus de Fuerzas Especiales y un carro lanzagases. El otro se ubica a 500 metros.
Desde la mina hacia el interior, hay tres controles, una zona amarilla y roja. En este último acceso al pique, se ubica una patrulla del Gope con siete efectivos que tienen turno fijo y relevos. Los efectivos de refuerzo comprenden 40 Carabineros de la Escuela de Suboficiales de Santiago.
"El fin de semana pasado lamentablemente subieron muchas personas que no eran familiares de los trabajadores, muchos subieron para ver donde ocurría esto y molestaban a la gente, por eso, este fin de semana vamos a hacer controles muchos más estrictos, filtros a un kilómetro de acá, posteriormente a 500 metros del campamento, la idea es que suba la gente que deber estar acá", dijo a La Tercera el mayor de la segunda comisaria de Copiapó Rodrigo Berger.
Respecto a la posibilidad de que pirquineros insistan en ingresar a la mina, Berger dijo que "nosotros tenemos desde el punto de la barrera principal, tres controles más hasta la boca de la mina y esperamos por la propia seguridad de ellos que esto no ocurra".