Un líder estudiantil procesado por enfrentamientos en una marcha opositora fue liberado ayer de una cárcel de alta seguridad, uniéndose de inmediato a una protesta de estudiantes que exigían su libertad y se oponen al Presidente Hugo Chávez.

La liberación de Julio Rivas se produjo en momentos que un grupo de estudiantes se mantiene en huelga de hambre frente a la oficina de la Organización de los Estados Americanos en Caracas, para exigir la presencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) con el fin de que verifique la situación de decenas de los llamados presos políticos. Hasta el fin de semana sumaban más de 50 estudiantes en huelga de hambre, afirmaron ayer los organizadores de la protesta.

Tras salir de la cárcel el joven estudiante se encaminó a Caracas y poco después se incorporó a la huelga de hambre.

Al hablar de las condiciones de su liberación, Rivas comentó que se le prohibió participar en protestas callejeras. Agregó que se uniría a la huelga de hambre para que la "OEA se apersone en Venezuela".

Rivas, de 22 años, fue detenido a principios de septiembre luego de su participación en una marcha efectuada el 22 de agosto en la capital, la cual culminó en enfrentamientos entre policías y manifestantes.

La Fiscalía le imputó los delitos de "excitación a la guerra civil", "instigación a la desobediencia de leyes", "conspiración para delinquir", "resistencia a la autoridad", "alteración del orden público" y "uso de arma genérica".

El joven fue trasladado el 14 de septiembre a la cárcel de Yare, a las afueras de la capital, donde están detenidos acusados de delitos comunes.

El abogado Alfredo Romero confirmó ayer en la tarde que el tribunal 37 de control "ha dejado en libertad a Julio Rivas, atendiendo luego de tres semanas el pedido del beneficio de libertad condicionada".

Miguel Pizarro, uno de los estudiantes concentrados a las puertas de la sede de la OEA en Caracas, declaró a la prensa que la liberación de Rivas "es un primer paso, una pequeña victoria, lamentablemente la huelga continúa porque en la cárcel hay muchos venezolanos que son perseguidos y apresados por pensar diferente y el gobierno sigue sin permitir el ingreso al país de los representantes del Cidh".

Los manifestantes afirman que otras decenas de opositores están en la mira del gobierno de Chávez, con la supuesta intención de acusarlos y encarcelarlos, para luego realizarles procesos por lo que consideran falsos motivos políticos.

Decenas de opositores de Chávez permanecen en prisión y la mayoría espera juicio por acusaciones relacionadas con protestas, según el grupo de derechos humanos Foro Penal Venezolano.

Ese grupo activista dice que más de 2 mil opositores del mandatario han ido a juicio en los últimos siete años por delitos derivados de su activismo. La mayoría han sido acusados de delitos menores y están en libertad. Sin embargo, algunos como a Rivas se les ha prohibido unirse a las manifestaciones futuras, mientras que otros tienen prohibido salir de sus lugares de origen o de discutir públicamente sus casos.

La fiscal general Luisa Ortega niega que las autoridades persigan a opositores de Chávez y afirma que los detenidos cometieron delitos como perturbar la paz o atacar a policías.