Un total de 545 de militantes del grupo terrorista Al Shabab se han acogido a la amnistía que ofreció el Gobierno de Somalia el 3 de septiembre tras la muerte del ex líder de la milicia, Ahmed Abdi Godane, informaron hoy a Efe fuentes de la Iniciativa Barbaar, agencia internacional de apoyo a la reinserción.
El aumento de desertores demuestra, según el Gobierno, que el grupo islamista se está debilitando paulatinamente gracias a las continuas ofensivas militares y la pérdida de ingresos.
En este sentido, el Ministerio de Juventud y Deportes somalí ha pedido apoyo a la comunidad internacional para favorecer el proceso de reinserción y formación de los terroristas que abandonan las armas.
La amnistía gubernamental, que se aprobó con un plazo de acogimiento de 45 días, tiene como objetivo que los combatientes de Al Shabab, grupo que en febrero de 2012 se unió a la red terrorista Al Qaeda, abandonen la lucha armada.
La medida fue anunciada tras la muerte por un ataque aéreo estadounidense de Godane, de 37 años, uno de los fundadores de Al Shabab y líder del grupo terrorista desde 2008.
Godane fue sucedido a los cinco días por Ahmed Omar, por cuyo paradero el Gobierno ofreció ayer una recompensa de dos millones de dólares (2,5 millones de euros).
El jefe del servicio de Inteligencia de este país, Abdirahman Tuuryare, aseguró que el Gobierno protegerá a cualquier persona que aporte la información necesaria para atrapar al nuevo cabecilla de la milicia.
Además confió en su pronta captura debido al "gran número" de desertores que ha registrado el grupo tras la muerte de su anterior líder.
Al Shabab, que lucha por instaurar un Estado islámico radical en Somalia, fue incluida en marzo de 2008 en la lista de organizaciones consideradas terroristas por el Gobierno estadounidense.
En septiembre del pasado año alcanzó gran notoriedad internacional con el asesinato de 67 personas en un asedio de cuatro días a un centro comercial de Nairobi.
Somalia vive en un estado de guerra civil y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un Gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas, caudillos tribales y bandas de delincuentes armados.