La situación se vuelve cada vez más insostenible para el Presidente alemán, Christian Wulff, por primera vez son mayoría los ciudadanos que piden su renuncia por la sucesión de escándalos que viene protagonizando desde fines del año pasado, según un sondeo difundido hoy.

Un 54% de los consultados en el estudio de la cadena pública ARD cree que Wulff debe renunciar, ocho puntos más que hace apenas dos semanas. Sólo un 16% lo consideró honesto al mandatario.

Por otro lado, apenas un 33% se mostró conforme con su trabajo, 11 puntos menos que el mes pasado, y un 43% sostuvo que debe seguir en el cargo.

El político de la Unión Cristianodemócrata (CDU) lleva casi dos meses en el centro de una tormenta política, que comenzó en diciembre ante la sospecha de que había ocultado al Estado un préstamo privado de un millonario que usó para comprar una casa.

Fue sólo el principio: desde entonces Wulff no dejó de ocupar titulares por sus polémicas relaciones con empresarios, acusaciones de corrupción a su ex portavoz y colaborador más cercano y, sobre todo, una controvertida gestión de la crisis, incluido el intento de frenar su difusión en la prensa.

La ola de acusaciones, desmentidos y rectificaciones cansó a una sociedad orgullosa de la transparencia de sus políticos y erosionó la figura del presidente, un cargo casi sin más función que la de encarnar la imagen de un Estado sólido y fiable.

 "Christian Wulff ya destrozó la única fuente de poder de un presidente: la credibilidad de su discurso", señaló Sigmar Gabriel, jefe de los socialdemócratas (SPD), en una dura entrevista publicada hoy por el diario "Sächsischen Zeitung".

"En realidad ya no es presidente. Simplemente reside en el palacio Bellevue", criticó Gabriel. El líder opositor aseguró que su partido apoyará un sucesor de otro partido para Wulff.

Ya son más de 100 las denuncias contra el Presidente presentadas por ciudadanos sólo ante la fiscalía general de Hannover, capital del estado federado de Baja Sajonia que Wulff gobernó hasta ser nombrado presidente a mediados de 2010, según reveló hoy el organismo.

La canciller Angela Merkel, cristianodemócrata como Wulff e impulsora de su nombramiento, defendió sin pretextos al mandatario.

Paradójicamente, Merkel es la gran ganadora en la encuesta de ARD: un 64% de los consultados se mostró conforme con su trabajo, el valor más alto desde diciembre de 2009. Un 85 por ciento consideró que la canciller "representa bien" los intereses de Alemania en el mundo.

El político más querido del país sigue siendo el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, con un 65 por ciento de aprobación.