La próstata es una glándula del sistema reproductor masculino, localizada delante del recto y debajo de la vejiga. Es del tamaño de una nuez y rodea la uretra. Por distintas enfermedades puede crecer y entonces generar obstrucción al vaciamiento de la vejiga. Su crecimiento benigno se inicia a partir de los 40 años. Después de los 50 puede convertirse en una fuente importante de problemas.

Más de la mitad de los hombres mayores de 60 años tiene próstata aumentada de tamaño y la posibilidad de tener crecimiento de esta glándula aumenta con los años.

Este crecimiento afecta primero la parte interior de la glándula, por lo tanto oprime gradualmente la uretra. Debido a lo anterior, se presenta la dificultad para orinar y algunos otros problemas urinarios. Generalmente este aumento no tiene características malignas y ni síntomas importantes. Cuando el crecimiento de la glándula prostática interfiere con el flujo urinario, pueden aparecer algunas complicaciones.

RAZONES DE SU CRECIMIENTO
Las causas de su crecimiento pueden ser variadas. Existen lesiones benignas denominadas hipertrofia prostática benigna que se manifiestan con síntomas de obstrucción de la orina. Es una patología muy frecuente en los varones. Se cree que casi un tercio de los hombres en el curso de su vida experimentarán estos trastornos por crecimiento benigno de la glándula prostática. Habitualmente se ve en hombres mayores de 50 años.

La otra razón es por cáncer de próstata, considerada como la segunda causa de muerte entre los hombres en Chile. En nuestro país mueren más de 1200 varones por cáncer de próstata al año. Es una enfermedad perfectamente abordable cuando se detecta a tiempo. Se piensa que hasta un 10 por ciento de los hombres en determinadas poblaciones de riesgo pueden llegar a tener cáncer de próstata, lo que es una cifra muy alta.

El tercer factor que la hace crecer es la infección prostática que generalmente se acompaña de síntomas de infección urinaria y dificultades para vaciar la vejiga.

DIAGNÓSTICO DE LA HIPERTROFIA PROSTÁTICA BENIGNA
El profesional encargado de detectar cualquier anormalidad en la próstata es el urólogo. Él hará algunas preguntas sobre la historia médica y síntomas relacionados con la forma de evacuar la orina. Luego procederá al examen físico.

Debido a que la próstata se encuentra junto al recto, el especialista puede  sentirla al introducir un dedo por el ano. Este procedimiento se llama tacto rectal. Gracias a este examen el urólogo puede detectar si la próstata está aumentada de tamaño, es irregular o tiene zonas duras. Además, correlaciona el tamaño de la glándula con la sintomatología del paciente, debido a que muchos hombres con próstata grande, al tacto rectal pueden no tener molestia urinaria. Este examen es muy sencillo y rápido. No es molesto ni causa dolor y es mucho menos incómodo que un examen ginecológico de una mujer.

Lamentablemente, por un tema de pudor, menoscabo, los hombres lo hemos desprestigiado. No obstante, la palpación de la próstata es un procedimiento efectivo, habitual, indoloro y de muy bajo costo.

Al realizar el examen rectal de la próstata no sólo puede detectar hipertrofia benigna, sino también cáncer prostático, una de las principales causas de muerte en el hombre. Por esta razón, la Sociedad Americana de Urología recomienda un examen prostático anual y un análisis sanguíneo llamado Antígeno Prostático Específico (APE) para todos los hombres mayores de 50 años. Para aquellas personas con alto  riesgo de cáncer prostático, el control se debe iniciar a los 40 años.

En este grupo se encuentran los que tienen historia familiar de cáncer prostático y de raza negra. Desde los 50 años en adelante aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de próstata y la frecuencia de síntomas por su crecimiento benigno. De tal manera que en nuestro país, como en muchos otros, hoy se está promoviendo la consulta oportuna por lo menos una vez al año a todos los mayores de 50 años. Antes de los 50 años la persona debe saber si tiene alguno de los factores de riesgo. Si no tiene esa condición no hay ninguna precaución especial que debiera tomar.

Los siguientes síntomas son causados por la próstata aumentada de tamaño.
- Chorro urinario débil
- Chorro de orina intermitente
- Sensación de incompleto evacuado vesical
- Dificultada para iniciar la orinada
- Orinar frecuentemente
- Urgencia o dificultad para aguantar la orinada
- Despertarse frecuentemente en la noche para orinar
- Chorro de orina intermitente

TRATAMIENTOS A TENER EN CUENTA
Una vez que se ha decidido aliviar la obstrucción causada por la hipertrofia prostática benigna, existe la posibilidad de manejo médico o quirúrgico. La cirugía es el tratamiento más efectivo. Por otro lado, existen varios medicamentos disponibles para mejorar estas molestias. Aunque son menos efectivos que la cirugía, estos tienen menos riesgos. El diagnóstico y el tratamiento dependerán de la enfermedad y de la sintomatología del paciente. Es decir, si presenta dificultad para orinar se someterá a un examen similar a una ecografía o bien al Antígeno Prostático Específico. Si las personas no acuden en forma preventiva al control anual con el urólogo, puede ocurrir lo que pasaba en la década de los 90. En ese entonces, consultaban muy tarde cuando ya tenían un cáncer de próstata de alto volumen y los tratamientos solamente eran momentáneos. Por el contrario, si se consulta en forma preventiva antes de los síntomas, el volumen del tumor puede ser pequeño y por lo tanto tener un tratamiento altamente efectivo.