Más de la mitad de los principales clubes europeos tuvieron pérdidas en 2009, según un informe elaborado por la UEFA que asegura que los ingresos del fútbol siguen en progresión, a pesar de que la asistencia a los partidos se mantuvo o descendió ligeramente en la mayoría de las ligas.

Para la UEFA, esto significa un impacto en la rentabilidad de los clubes que "ha contribuido a un registro total de pérdidas netas de 1.179.000.000 euros, casi el doble que en 2008".

Los salarios de los jugadores representan los costes más importantes para los clubes y las transferencias disminuyeron como consecuencia de la falta de liquidez, lo que aumentó las dificultades financieras de muchos tradicionalmente exportadores de jugadores como los equipos franceses, holandeses y portugueses.

El informe además señala que las inversiones en el fútbol juvenil siguen siendo bajas y que los principales clubes optan antes por alinear a jugadores con experiencia y con altos salarios o prefieren contratar a futbolistas formados en otros clubes.