Hasta 70 del total de 74 estudiantes de bachillerato que sobrevivieron al naufragio del buque Sewol en Corea del Sur han sido dados de alta, informó hoy el hospital donde estaban ingresados, aunque todos ellos seguirán con tratamiento psicológico.
"Hemos permitido que los estudiantes salgan del hospital bajo consentimiento propio y de sus padres ya que su condición ha mejorado", declaró ante los medios el director del Hospital de la Universidad de Corea en Ansan, ciudad a la que pertenece el instituto donde estudiaban los supervivientes.
En todo caso, apuntó, estos jóvenes de 16 y 17 años seguirán vinculados al hospital como "pacientes externos" y asistirán a un programa de tratamiento psicológico.
Al salir del hospital los 70 que fueron dados de alta visitaron un altar memorial en Ansan para presentar sus condolencias a los compañeros y profesores fallecidos en una de las mayores tragedias humanas de la historia de Corea del Sur.
De las 476 personas que viajaban en el Sewol cuando se hundió el miércoles 16 en aguas al suroeste del país, un total de 325 eran estudiantes del instituto Danwon.
De ellos solo pudieron ser rescatados 74 el primer día y el resto quedaron atrapados en el barco, por lo que han pasado a formar parte de la lista de muertos o desaparecidos con las posibilidades de hallarlos con vida ya completamente agotadas.
Hoy, día en que se cumplen dos semanas del naufragio, los buzos sacaron algunos cuerpos sin vida del interior del Sewol a pesar de las duras condiciones del mar, con fuertes olas y corrientes.
Así, la cifra de muertos confirmados ascendió a 212 y la de desaparecidos bajó hasta 90.
Solo 174 pudieron ser rescatados el primer día, entre ellos la mayoría de la tripulación y el capitán, que permanece arrestado por presuntamente abandonar el barco desatendiendo a los pasajeros.
Mientras continúa la investigación sobre el suceso, hoy un diputado de la oposición desató una nueva polémica al asegurar durante una comisión parlamentaria que la Guardia Costera impidió a la Marina surcoreana participar en las labores de rescate en las primeras horas, consideradas cruciales a la hora de hallar posibles supervivientes.
Tanto el Gobierno como la Guardia Costera y otras agencias estatales han sido criticados, especialmente por los familiares de las víctimas, por supuestamente haber gestionado mal el accidente y no haber hecho los suficientes esfuerzos para encontrar a más personas con vida.