El 28 de noviembre de 2014, la presidenta Michelle Bachelet anunció en la ceremonia de reinauguración del Museo de Historia Natural de Valparaíso, que a partir de marzo de 2015 todos los museos pertenecientes a la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam) pasarían a ser gratuitos.
A casi dos años de la puesta en marcha de la gratuidad, la asistencia a los museos de la Dibam pasó de 1.838.759 visitas en 2014 a más de dos millones en el 2016 (para ser precisos, 2.105.030). El aumento fue de 266.271 personas, lo que equivale a un crecimiento de 14,4%.
Si bien las cifras no han alcanzado los pronósticos optimistas del director de la Dibam, Angel Cabeza, quien había estimado un aumento de entre 20 y 30% para el 2015, en su opinión los números son esperanzadores.
Los 10 años anteriores a la gratuidad, el Museo Histórico Nacional se mantuvo en un promedio de 180 mil asistentes anuales. El 2014, dicen, fue particularmente bajo por un cierre en diciembre por mantenciones, pero aplicada la medida, el museo superó por primera vez la barrera de las 200 mil personas, dando un salto de 152.537 asistentes en 2014 a 228.623 en 2016, lo que significó un aumento del 49.8%.
El Museo Histórico Nacional no es el más visitado de los tres museos nacionales: el más concurrido es el Museo de Historia Natural, con 651.380 asistentes al año. Pero el espacio ubicado en Plaza de Armas es por lejos el que ha captado más público nuevo, superando al Museo Nacional de Bellas Artes con 11.964 visitas (3,5% de aumento) y al Museo de Historia Natural con 17.361 (2,7%). Su éxito no solo se compara con los museos nacionales, sino que ha sido el más productivo del país a la hora de incrementar su público: logró 76.086 nuevos asistentes desde el 2014 a la fecha.
Primero se implementó la gratuidad. Luego, a la par, el Museo Histórico Nacional comenzó el despliegue de un nuevo método de gestión que ha consistido en segmentar sus audiencias y actuar sobre un público definido, herramienta que, según dicen, ha permitido mantener el crecimiento. "La gratuidad al principio genera una curva ascendente porque llama la atención, pero después se estanca si uno no genera una estrategia que varíe la forma de entregar los contenidos que uno ya tiene y así atraer un público nuevo que esté definido previamente", dice su director, Pablo Andrade.
Museos regionales
Además de los museos nacionales, los 27 museos de la Dibam se completan con otros 24 ubicados desde Antofagasta a Puerto Williams. De ellos, hay tres que no fueron contabilizados: el Museo Castillo de Niebla que estuvo cerrado durante el 2014, el Museo O'Higginiano y el Bellas Artes de Talca, que se encuentra en estudios de reparación, y el Museo de Aysén que está en construcción.
Dentro de los museos regionales de la Dibam, el de Ancud en Chiloé y el González Videla de La Serena son los más exitosos. Mientras el primero creció un 103,2% con 13.018 visitas, el segundo tuvo un incremento de 103,9% con 33.485 personas. Pero no todos han tenido el mismo éxito y algunos incluso han perdido popularidad. El más afectado por la escasez de público ha sido el Museo de Artes Decorativas de Santiago, que se contabiliza junto a su vecino, el Museo Histórico Domínico, el cual en noviembre de 2016 estuvo cerrado. Juntos, disminuyeron en un 64,2%, pasando de 29.143 asistentes en 2014 a 10.442 en 2016. De más lejos, los sigue el Museo de la Educación Gabriela Mistral, que bajó un 37,9%, pasando de 31.217 a 19.694 visitas al año.
Para Angel Cabeza, director de la Dibam, la gratuidad es un aporte a la eliminación de barreras de entrada a los museos, pero también considera otros factores a la hora de analizar los flujos de asistentes. "Sin lugar a dudas, la barrera más importante es simbólica: los museos son percibidos como recintos de elite que conservan objetos y saberes en los cuales hay que estar iniciado para poder apreciarlos y decodificarlos", comenta Cabeza.