Nadie hizo más goles que el Pajaro Gutiérrez en la UC. Y eso que apenas jugó seis partidos de titular. Para Mario Salas siempre fue su segundo delantero, detrás del uruguayo Santiago Silva. Cuando lo hizo jugar desde el arranque, de hecho, fue en las presentaciones con equipo alternativo. El equipo suplente del que el Pájaro era su más insigne representante. Fueron cuatro festejos en 622 minutos. El Tanque, su competencia directa, hizo sólo dos en el Clausura.
Esos números, sin embargo, no le alcanzaron. Nunca. El Comandante siempre privilegió al único refuerzo que fichó el cuadro de Las Condes para esta parte del año. Y Gutiérrez, quizás sin el reconocimiento necesario, se fue de la precordillera. "Por más que hiciera goles, luego yo no estaba en el equipo", dijo el atacante en estas páginas. Esa decisión (inentendible para buena parte de la hinchada cruzada), colmó la paciencia del que entre sus propios pares y los entrenadores eligieron por paliza como el mejor suplente del campeonato. Tomó sus cosas y se fue de San Carlos, buscando minutos y, quizás, un lugar donde se sienta más valorado. Varios elencos ya se lo pelean. En Chile O'Higgins y Wanderers luchan por él. Del extranjero también lo han sondeado. Si es que se queda aquí para disputar el Transición, seguramente querrá pelear para que en la encuesta del próximo campeonato lo voten dentro del 11 ideal y no en la categoría en la que ganó por varios cuerpos de ventaja.