"¿¿¿Número 1??? ¿Modelos semi desnudas en Mad Max y ustedes fueron a ver a unas chicas raras cantar y hacer chistes sobre su vagina? Este es un mundo que puedo apoyar", tuiteó Anna Kendrick (Up in the air), cuando Más notas perfectas llegó al primer lugar de la taquilla en Estados Unidos, en el mismo fin de semana en que Mad Max regresaba a la pantalla grande. Puede, claro, ser un chiste, pero no deja de ser impresionante que un grupo de actrices veinteañeras, famosas pero en un nicho pequeño, en la segunda entrega sobre un grupo de canto a capela universitario -quizás, uno de los pasatiempos menos cool de Norteamérica-, le hayan ganado a Charlize Theron y sus rescatadas modelos envueltas en pequeños paños blancos.

Más notas perfectas, o Pitch perfect, fue estrenada en 2012, y con su presupuesto de US$17 millones, terminó recaudando más de US$100 millones en el mundo; en Chile no fue estrenada en la pantalla grande, pero gracias a que está en Netflix, y que hoy el mundo, sobre todo en lo que es cultura pop joven, es globalizado, que la segunda entrega llega a los cines este jueves, después de su éxito arrasador en su país, donde ya se aseguró una tercera entrega.

El éxito de la segunda parte en Estados Unidos se une a una buena temporada para los estrenos de comedia femenina; si bien los estudios lentamente se atreven a hacer más de estas películas -con la próxima entrega de Las Cazafantasmas como estandarte-, el buen desempeño de Más notas perfectas  (cuyo 70% de audiencia fueron mujeres, rompiendo otra vez el mito de que los que compran entradas al cine son hombres), y de Esta chica es un desastre (Trainwreck, se estrena en septiembre), otro fenómeno del verano del hemisferio norte, cimentaron la tendencia de que el 2015 las mujeres por fin comienzan a ganar terreno en taquilla.

Quizás el triunfo de esta segunda parte es incluso más dulce en cuanto a poder femenino, en el siempre masculino Hollywood: fue dirigida por la comediante Elizabeth Banks (Los juegos del hambre), quien también retoma un pequeño rol. La historia sigue a Becca (Anna Kendrick), quien en la primera película llegaba a la universidad, se unía a contrapelo al grupo de a capela, las Bellas, mientras mantenía sus sueños de ser productora musical. Mientras que las Bellas, interpretadas por Rebel Wilson, Brittany Snow y Anna Camp, entre otras, terminaban recibiendo feliz la inyección de nuevas canciones y estilo de la recién llegada. En la parte dos, las Bellas llevan tres años siendo campeonas cuando caen en desgracia y deben defender su honor en el campeonato mundial de a capela.

Todo esto es la excusa, claro, para escuchar canciones inmensamente pop remezcladas, versionadas y contagiosas, desde Beyoncé a Pitbull y Ke$ha, pasando por Taylor Swift. Más notas perfectas es una película del espíritu Glee, que de ninguna manera hará sentido a quienes no se interesen por los MTV Awards y sus protagonistas, por Buzzfeed y no sepan que Ariana Grande lamió donuts este año y fue un escándalo.

“Idea para Notas Perfectas 3: Las chicas de Mad Max nos salvan del apocalipsis. Todavía son muy hot y patean traseros. Nosotras todavía somos cantantes/inservibles de otro modo”, bromeó Kendrick en Twitter, días después del exitoso estreno. El triunfo de las chicas pernas contra las supermodelos, siempre es dulce.