Este año, la venta de arte por internet tuvo a nivel global su triunfo definitivo. La señal la dio Amazon, el gigante del comercio en línea, que en agosto pasado lanzó un portal con más de 40 mil piezas originales a la venta, de artistas como Andy Warhol, Damien Hirst y Joan Miró, tras asociarse con 150 galerías de arte de EE.UU. La idea, eso sí, no es nueva. En Alemania existe Artnet.com y en EE.UU., Artspace.com, que hace más de una década crearon este modelo de negocio, donde un usuario frente a un computador, en cualquier parte del mundo, puede adquirir en menos de 10 minutos una obra de arte.
En Chile, la galerista Cecilia Palma decidió cerrar su espacio en Vitacura, tras 14 años de gestión, para aventurarse en la venta de arte en línea con el sitio web galeriaceciliapalma.cl, el que lanzó hace dos semanas con una base de 70 artistas, entre ellos, Gonzalo Cienfuegos, Samy Benmayor y Roberto Matta. "El público no tiene tiempo de ir a las galerías y me di cuenta de que internet es el camino más corto para llegar a ellos. Es una vitrina que permite renovar las obras mucho más eficientemente que armando exposiciones", dice Palma.
En estas lides, la pionera es la periodista Carmen Momberg, quien en 2009 abrió el primer sitio online de venta de arte, kunst.cl. Hoy tiene un catálogo permanente de 13 artistas, entre ellos, Carmen Aldunate y Gonzalo Ilabaca, y desde este año debutó con subastas de arte, que bautizó como "Mira+te gusta=click". "La competencia te hace reinventarte. Hice una subasta en agosto, donde vendí una obra de José Santos Guerra a un coleccionista en Alemania y un grabado de Mario Toral, de 1967, que mandé a México. Otra señora me compró ocho obras. En las subastas intento tener joyas, oportunidades únicas que no vas a encontrar en otro lado", cuenta Momberg.
Una de las diferencias con la venta tradicional es que ofrecer arte en internet obliga a publicar los precios de las obras, cuestión que la mayoría de las galerías evita. "Hay que transparentar los precios. Mucha gente tiene temor a entrar en una galería porque piensa que comprar arte es imposible. Pero hay precios accesibles, y así también se evita la especulación", dice Cecilia Palma, quien participó en el último Cyber Monday con obras que partían desde los $ 20.000.
En su sitio web destacan artistas consagrados como Gonzalo Cienfuegos, con grabados por $ 380 mil; o Samy Benmayor, que tiene serigrafías a $ 500 mil y óleos hasta los $ 7 millones. También hay esculturas de Ignacio Gana por $ 3 millones y grabados de Roberto Matta por $ 1 millón 450 mil. La galería kunst.cl, en tanto, mezcla a artistas jóvenes, como Jorge Vilches, que tiene obras por $ 150 mil, y de más trayectoria, como Bruna Truffa, con pinturas a $ 1 millón.
Ambas apuestas funcionan parecido: si al cliente le gusta la obra, la reserva a través del sitio, dejando un mensaje que será respondido por las galeristas. Ambas dan facilidades de pago, con tarjetas de crédito y cheques, y hacen despachos a regiones y el extranjero. Los gastos de envío y tasas para sacar piezas fuera de Chile los paga el comprador. "Hay que tener buena logística. No sacas nada con tener una vitrina en internet si no eres capaz de responder rápido", dice Momberg. "Algunos clientes me piden ver las obras, pero otros ya confían en comprar sin verlas en vivo".
Frente a la proliferación de estos negocios, la discusión tanto acá como en el extranjero gira en torno a la capacidad de cada proyecto para diferenciarse del otro. Para Momberg, esto es clave: "Mi estilo es claro. Me gustan las obras figurativas, alegres y coloridas; apuesto más por los artistas jóvenes y a vender por volumen. Prefiero vender 10 obras a $ 100 mil que una sola a $ 1 millón". Mientras que Palma está recién disfrutando el cambio que ha significado su debut en la web: ya tiene más de mil obras en línea y las visitas de este mes van por las 2.500, ocho veces más que las que recibía en su antigua galería.