El 28 de diciembre, cientos de personas salieron a las calles en la segunda ciudad de Irán, Mashhad, en protesta contra el alza de los precios, el desempleo y el gobierno del Presidente Hassan Rohani. Las imágenes de video difundidas ese día por medios locales mostraron a los manifestantes coreando "!Muerte a Rohani!" y criticando los compromisos del régimen en otras causas regionales antes que en el ámbito doméstico. Pero rápidamente las protestas se voltearon en contra de los líderes religiosos de Irán, dando paso a gritos de "¡muerte a Jamenei", en alusión al líder supremo, el ayatola Alí Jamenei. Desde Mashhad, las manifestaciones se extendieron como un reguero de pólvora por todo el país.

"Existen pruebas, especialmente en Mashhad, de que las manifestaciones fueron organizadas para marcar puntos políticos", declaró a la agencia iraní Tasnim Amir Mohebbian, un experto asentado en Teherán.

En el caso de Mashhad, los dardos apuntan al clérigo conservador Ebrahim Raisi, quien fue derrotado por Rohani en las elecciones presidenciales, en mayo del año pasado. Raisi junto a su suegro, el ayatola Ahmad Alamolhoda, son precisamente los encargado del gobierno de la ciudad.

Incluso, Alamolhoda ha mostrado su estilo de autoridad al aconsejar a Teherán sobre cómo abordar las protestas. "Si los organismos encargados de hacer cumplir la ley no castigan a los alborotadores, los enemigos publicarán cintas e imágenes que le contarán al mundo que el régimen de la República Islámica ha perdido su espíritu revolucionario en Mashhad", afirmó.

El hecho de que las protestas se iniciaran en Mashhad no deja de ser "simbólico", según escribió Maziar Bahari, un ex preso político y editor de iranwire.com, en un artículo de opinión en el diario The Washington Post. "Esta manifestación ocurrió en una ciudad que es santa para 250 millones de musulmanes chiítas en todo el mundo; es donde está enterrado Reza, el octavo imán chiita", cuyo santuario es visitado cada año por millones de peregrinos iraníes y extranjeros.

Además, Mashhad es el lugar de nacimiento del ayatola Alí Jamenei y del gran ayatola Alí al-Sistani, el hombre más influyente del vecino Irak.