"¡Libertad para los presos políticos!" fue uno de los gritos con los que miles de personas, 315.000 según la policía municipal, se manifestaron hoy en Barcelona para exigir la liberación de los nueve dirigentes independentistas catalanes que se encuentran presos y el retorno de siete que permanecen en el extranjero.

La marcha convocada por la plataforma social "Democracia y Convivencia", formada por una decena de entidades y apoyada por los dos mayores sindicatos del país, Comisiones Obreras de Madrid (CCOO) y Sindicato Unión General de Trabajadores (UGT). Sin embargo, la participación de los sindidatos generó un quiebre con algunos afiliados que no apoyan el proceso independentista.

Además, la manifestación fue en conjunto con organizaciones separatistas como la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Òmnium Cultural y partidos políticos que se unieron bajo el lema oficial "Por los derechos y las libertades, por la democracia y la cohesión, ¡los queremos en casa!".

El juez español Pablo Llarena procesó el 23 de marzo a 25 personas por supuesta implicación en el proceso independentista, declarado inconstitucional, y también por varios delitos, 13 de ellos por rebelión. Además, ordenó el encarcelamiento preventivo de los procesados que estaban en libertad y la detención internacional para cuatro que habían huido al extranjero.

La protesta se produce a seis meses de las primeras detenciones preventivas de los líderes independentistas Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, ambos procesados por rebelión tras su participación en el intento de secesión de Cataluña en 2017.

Mientras Oriol Junqueras y Joaquim Forn llevan 164 días tras las rejas, Jordi Turull, Raül Romeva, Josep Rull y Dolors Bassa cumplen dos meses de prisión preventiva y la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, está hace 24 días en la cárcel. Otras acusaciones que enfrentan algunos implicados son malversación de fondos, sedición o rebelión, delitos por los que podrían enfrentar una condena de hasta 30 años en la cárcel.

Hoy, la avenida del Paralelo se vistió de lazos amarillos como símbolo de solidaridad a los independentistas encarcelados, mientras resonaba en la calle el eslogan de la marcha "queremos que vuelvan a casa". Actualmente siete políticos están en el extranjero: Toni Comín, Meritxell Serret y Lluís Puig en Bélgica; Anna Gabriel y Marta Rovira en Suiza; Clara Posantí en Escocia, y Carles Puigdemont en Alemania.

"¡Puigdemont, Presidente!", gritaban los manifestantes, 10 días después que el ex líder catalán fue puesto en libertad bajo fianza en Alemania. Ello luego que el tribunal competente consideró que el cargo por rebelión que le imputa la justicia española no era justificado.

Al final de la manifestación, familiares de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart leyeron cartas enviadas por los independentistas desde la cárcel. Según la organización, más de 957 buses llegaron a Barcelona desde toda Cataluña para participar en la manifestación.