En la sesión plenaria final de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático en Copenhague, que comenzó en la madrugada de hoy sábado, gran cantidad de oradores manifestaron su indignación por el acuerdo de mínimas alcanzado y por la actuación del anfitrión, Dinamarca.
Delegados de Venezuela, Bolivia, Cuba y Nicaragua dejaron claro en sus discursos que rechazarán el acuerdo elaborado por los líderes de 25 países.
El jefe de gobierno danés y presidente de la Conferencia, Lars Løkke Rasmussen, suspendió cerca de las 04:00 horas (03:00 GMT) la sesión plenaria por algunos minutos para discutir con sus colaboradores.
La delegada de Venezuela habló de un "golpe de Estado" al espíritu de las Naciones Unidas.
El acuerdo fue dictado de arriba, dijo dirigiéndose al jefe de gobierno danés.
También el representante boliviano calificó de modo dictatorial la manera en que los delegados presentaron el documento poco antes de la votación.
Con términos similares se manifestaron Cuba y Nicaragua. Costa Rica se quejó de que los delegados recibieron el texto del acuerdo a último momento.
Por su parte, el representante de la isla de Tuvalu describió el acuerdo de débil y anticipó que lo rechazará.
En lugar de dos grados Celsius, la comunidad internacional debería establecer que la temperatura global del planeta sólo puede aumentar en como máximo 1,5 grados. En caso contrario, su país estará condenado a quedar sumergido.