Italia enfrenta hoy dos duras protestas en el sector del transporte, con una huelga nacional de taxistas, primera prueba de la política económica del gobierno del premier Mario Monti, y un paro de camioneros que bloquea la península de norte a sur.
El transporte por carretera que aisló a la isla de Sicilia la semana pasada, afecta ahora a toda Italia, pues los camioneros atravesaron sus vehículos en las autopistas dificultando la circulación. Reclaman una tarifa profesional para el combustible, descuentos en las autopistas y otras medidas relativas al sector. El paro duraría hasta el 27 de enero.
En cuanto a los taxistas, si bien el paro comenzó hoy, ya en los últimos días en muchas ciudades el servicio estuvo semiparalizado por asambleas contra el decreto del gobierno que introduce desregulaziones en el sector.
Se prevé un aumento de las licencias para taxis, que decidirá una autoridad nacional del transporte, con compensaciones para los que ya tienen permisos y pagaron un cierto monto para ello.
A su vez, el sindicato Orsa convocó a una huelga nacional de ferrocarriles desde las 21 horas del 26 de enero a la misma hora del 27, en protesta contra la abolición, prevista en el decreto de desregulaciones, de la obligación de la empresa ferroviaria de adoptar un específico contrato de trabajo.
También para ese día está previsto un paro de la línea aérea Alitalia, con modalidades que difieren según la categoría. Las farmacias realizarán una huelga general el 1 de febrero contra la desregulación, que prevé la apertura de 5 mil nuevas farmacias a través de concursos.
Los abogados estarán ausentes en las audiencias del 23 y 24 de febrero, en protesta contra las desregulaciones relativas al trabajo autónomo, que prevén la abolición de las tarifas profesionales mínimas y máximas y la obligación de hacer presupuestos a los clientes.