Con masivo acto Erdogan conmemora un año de fallido golpe en Turquía
El mandatario dijo que iban a "arrancar la cabeza" a los traidores. Erdogan honró a las 250 personas que murieron en el intento de golpe.
El Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, realizó un multitudinario acto para conmemorar el aniversario del fallido golpe militar que desencadenó una extensa purga criticada tanto por Occidente como por la oposición. El mandatario apareció en el evento al anochecer para honrar ante una enorme multitud a las 250 víctimas, en su mayoría civiles que "se enfrentaron a los tanques sin armas, solo con banderas en la mano", según afirmó desde una tribuna erigida en el extremo asiático del puente del Bósforo, ante centenares de miles de personas.
Recordó que la noche del golpe, 36 personas murieron sobre ese puente al ser tiroteados por los militares golpistas, que habían cerrado la vía con tanques. "Los que hacen la yihad en nombre de su patria irán al Paraíso", sostuvo Erdogan, citando versos del Corán, en un discurso plagado de referencias religiosas que fue muy aplaudido por sus seguidores.
Desde el mediodía, una enorme riada humana afluyó al lugar de la ceremonia caminando por varias avenidas o en alguno de los muchos barcos dispuestos para acercar a ciudadanos de toda Estambul a alguno de los muelles más cercanos.
Sayid, un empleado del sector turístico de unos 40 años, declaró a EFE que acudió con su hija pequeña para conmemorar la noche del golpe en la que él se enfrentó en ese mismo lugar a los tanques de los golpistas. "Dispararon. Fueron muy malos momentos", dijo Sayid, quien se mostró convencido de que ahora la democracia en Turquía irá mejorando poco a poco, al igual que la economía, y "todo estará bien".
Murat, un ingeniero jubilado que estuvo trabajando muchos años en Alemania y también salió a la calle la noche del golpe, dijo no entender por qué "los países europeos ahora dan asilo y apoyo a los golpistas que huyeron" tras el motín.
También Savan Sen, que se definió como "nacionalista" y votante del partido derechista MHP, dijo haber acudido a la concentración por amor al presidente.
"Es el 'reis' (capitán). Por él nos dejaríamos matar. Que nos corten el cuello. Yo he salido a la calle vestido con una mortaja blanca para mostrar que estoy dispuesto a morir por él", declaró este hombre, empleado de una municipalidad de Estambul.
Erdogan afirmó en su discurso que "la nación se dio cuenta de inmediato" que los responsables del golpe eran miembros de la cofradía del clérigo Fethullah Gülen, hasta 2013 aliado del gobierno islamista y desde entonces acérrimo enemigo. El presidente enumeró en su discurso tanto a la "Organización Terrorista Fethullah Gülen" (FETÖ) como al proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda, y el Estado Islámico (Dáesh en sus siglas árabes), asegurando que hacían causa común.
"Sabemos quién está detrás de FETÖ, PKK y Dáesh (Estado Islámico). Lo primero que haremos es arrancar la cabeza a esos traidores", advirtió el presidente.
También reiteró su postura a favor de la pena de muerte, abolida en Turquía en 2004, y aseguró que firmaría una enmienda constitucional para reintroducirla si el Parlamento la votara, aunque es poco probable que esto ocurra dado el firme rechazo de dos partidos de la oposición.
Tras terminar su discurso con fórmulas religiosas y el poema "Dios, no nos dejes sin musulmanes", Erdogan se encaminó al monumento dedicado a la memoria de las víctimas para inaugurarlo.
El programa del Presidente Erdogan continúa en Ankara, con una sesión especial que se realizará en el Parlamento que durará hasta la madrugada.
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