Al menos $ 72 mil millones necesitaría Isapre Masvida para seguir operando, según las estimaciones hechas por el fondo de inversión Southern Cross (SC), con base en las cifras a las que pudo acceder en marzo previa autorización del interventor, Robert Rivas.
El dato forma parte de la escenario proyectado por los expertos de SC considerando la situación actual de la empresa tras el análisis de las cifras contables 2014, 2015 y 2016, de las cuales EY, la anterior auditora de EMV, retiró la firma y que hoy están en un nuevo proceso de auditoría en manos de Deloitte. Esta incluye una deuda cercana a los $135 mil millones, que abarcan unos $ 100 mil millones en cuentas por pagar, unos $ 20 mil millones en excesos y excedentes de cotizaciones que estarían siendo retenidos por la isapre, y más de $ 10 mil millones en sub declaraciones del IVA, por cotizaciones sobre el 7%, más intereses del orden de 18 anual.
Pero, además, se incluyen unos $12 mil millones en deuda a acreedores que corresponden al resultado de una revisión hecha por SC de sólo a una muestra de 25% del total de los acreedores de Masvida, y que fueron contrastados con los datos entregados previamente por la empresa.
Estos antecedentes, junto al informe encargado por SC a la auditora PWC, fueron entregados la semana pasada al Superintendente de Salud, Sebastián Pavlovic, en una reunión ocurrida horas después que anunciara el mantenimiento de la prohibición de las desafiliaciones hasta mayo próximo, y la inminente autorización del traspaso de cartera a Nexus.
Los $72 mil millones de inyecccion de capital que según SC necesita Masvida para seguir operando contrastan con los cerca de $40 mil millones, en crédito, que contemplaría la propuesta del fondo estadounidense, y que hasta ayer estaba siendo afinada detalle a detalle por los representantes del fondo en Chile, Eduardo Sánchez y Gonzalo Arriagada, junto al superintendente y el interventor.
Las diferencias encontradas en la revisión de las deudas de un cuarto de los acreedores son parte de las inconsistencias que terminaron por sacar de la carrera por la isapre al fondo que dirige Raúl Sotomayor, y que hoy están en manos de la fiscalía de alta complejidad Oriente.
Hasta ayer, el Superintendente no ha dado una señal de su decisión sobre la cartera y el acuerdo con Nexus, donde un tema clave es la negociación con los acreedores que aseguren la continuidad de las prestaciones a los afiliados. La otra opción es la licitación de la cartera. Sin embargo, fuentes de la industria creen que eso tiene riesgos.