Mathías Corujo ingresa a la sala de prensa del Centro Deportivo Azul de mal humor. No sonríe, como lo hace habitualmente. Cerca de 15 periodistas esperan al lateral derecho, quien vive días clave para definir su continuidad en la U.

Su mal humor tiene una explicación. El 5 azul está molesto por las palabras del directivo de Cerro Porteño, Daniel Prieto, quien aseguró a La Tercera que el alto salario ($30 millones) que exige el seleccionado uruguayo frenó el interés de los estudiantiles por adquirir su pase, tasado en US$ 700 mil.

Los primeros cinco minutos de la conferencia fueron relativamente tranquilos. Respondió preguntas generales y evitó ahondar en su renovación. Sin embargo, al consultarle por los dineros que exigió, su paciencia se agotó: "¿Sabes cuáles son los números que pedí yo acá? Lo que ustedes publicaron es sólo lo que dice un directivo. Me junté hace un mes y medio con la gente de la U. Sacaron números que no sé si son o no son, pero son equivocados. Lo que hacen es ensuciar al jugador", comentó. "Si hay que volver (a Cerro Porteño), se volverá", dijo molesto.

El día de furia del uruguayo estaba lejos de terminar. No toleró cuestionamientos al bajo nivel que ha exhibido durante el semestre: "¿Qué críticas recibo yo? No recibo ninguna crítica. No escucho 'Corujo es un desastre'. Hace un año estoy acá, jugando todos los partidos. Salí campeón y fui elegido el mejor lateral derecho", dijo de manera tajante. "A mí me gusta subir y, alguna vez, me van a ganar la espalda. Con esto se arma un circo con Corujo. Si fuese completo, estaría en el Barcelona", cerró.

En tanto, Universidad de Chile prepara el plantel para la segunda temporada. Paulo Díaz, defensor de Palestino, está a un paso de sumarse al equipo de Martín Lasarte. En La Cisterna precisan que el contrato del central contiene una cláusula que le permitiría partir a alguno de los equipos "grandes" del fútbol chileno.