Fue temprano ayer, a la sede de la Democracia Cristiana (DC), en la Alameda, a dejar personalmente su carta de renuncia a la mesa del partido. El diputado Matías Walker aprovechó, además, de recoger sus cosas y despedirse de los funcionarios. "Fue muy emotivo", reconoce.

Sin embargo, no fue el único gesto que vivió. El domingo en la noche, el parlamentario recibió también el llamado del candidato de la centroizquierda Alejandro Guillier.

¿Cuál fue el tono de la conversación?

Fue una conversación privada, pero muy buena. Lo que sí le puedo decir es que hablamos respecto de los contenidos de su propuesta programática y de cómo iba a integrar de la mejor manera posible las propuestas de la DC. Un gesto que agradezco mucho.

¿Cómo evalúa la incorporación de Provoste y Chahín al comando de Guillier?

Reconozco que el nombramiento de Yasna Provoste generó ruido en su momento. Primero, porque no se había consultado a la directiva del partido y, segundo, porque era una de las candidatas que se había cuestionado por no hacer mayormente campaña con la figura de Carolina Goic, lo que generó una señal equivocada, a mi juicio. Después se incorporó el diputado Fuad Chahín, lo que sí fue comunicado a la directiva. Pero más allá de eso, espero que Guillier incorpore a todos los liderazgos que tiene la DC en esta etapa.

¿Se refiere a liderazgos más cercanos a Goic?

Él entiende que la figura de Carolina Goic y la DC es muy importante para posibilitar su triunfo en esta segunda vuelta.

¿Cree que Goic debiera dar un gesto a Guillier previo al balotaje?

Eso es una cuestión que ella tiene que evaluar personalmente con Guillier. No he hablado con ella y creo que lo peor que se puede hacer es intentar pautearla por la prensa. Hay que ser respetuoso en las formas en que ella quiere hacerlo y que probablemente lo va a conversar en privado con él.

Su renuncia es la tercera para esta mesa, ¿en qué pie queda la nueva directiva?

Ellos tienen ahora la tarea de conducir el partido mientras se llame a elecciones y espero que todos los que habían cuestionado públicamente mi legitimidad para presidir el partido, ahora estén contentos, porque se dio lo que ellos esperaban.

¿Cómo se tomó las críticas de miembros de la mesa y del consejo nacional?

Como lo dije en la carta, esto es parte del proceso de autodestrucción de la Democracia Cristiana que la propia Carolina Goic denunció al momento de presentar su renuncia. Pasó primero con Soledad Alvear, luego con Claudio Orrego y, finalmente, la víctima fue Goic. A la semana siguiente se intenta cuestionar mi legitimidad como presidente en ejercicio mediante los medios de comunicación, de la peor manera. Entonces, más que preocuparme el estado electoral de la DC, me preocupa mucho más el estado de nuestra convivencia interna y la poca convicción en los proyectos colectivos.

¿En qué se equivocó?

Pequé de ingenuo al suponer que todos estaban pensando en el bien colectivo, pero la verdad que esta lógica de los grupos internos en la DC nos está destruyendo desde hace mucho tiempo.

¿Hubiese esperado que le notificaran en privado?

Es que aquí hubo un acto de deslealtad muy grande, porque nunca me lo plantearon de frente, sino que a través de la prensa. Espero que puedan reflexionar respecto de lo que hicieron.

¿Le avisó a la senadora Goic de su decisión antes de hacerla pública?

Le avisé antes de enviar la carta. Ella me pidió que no renunciara, pero entendió mis razones.

Gutenberg Martínez habló de "falta de fraternidad", ¿se siente cómodo hoy en la DC?

Yo voy a morir siendo democratacristiano. Y como un humilde militante, con mi renuncia quise hacer un gesto de desprendimiento frente al poder. Pero la verdad es que la gente nos ve en la calle como un grupo de dirigentes que se pelean por ver quién tiene la campanilla y el timbre del partido y no quise seguir siendo parte de esta lógica de autodestrucción por el poder. Más bien quise prescindir de eso.

¿Pensó en renunciar a su militancia?

No, en ningún momento.

Tras su renuncia hubo varias reacciones. Su hermano, Ignacio Walker, dijo que hay "descomposición" hoy en la DC.

La palabra es muy fuerte, pero lo que hace Ignacio es un llamado de atención, dado que muchas veces los debates no son por ideas. Por ejemplo, Aylwin con Fuentealba tenían a veces debates muy apasionados, pero respecto de tesis políticas. Aquí lo que vemos es que en una semana un grupo interno del partido le pide la renuncia a Goic, cuando no habían pasado ni 24 horas de los resultados, y ese mismo grupo después me notifica por medio de La Tercera que quieren nombrar a un nuevo presidente interno después del 17 de diciembre. Y esa forma de hacer política yo la rechazo. Y por eso prefiero que otros actores que tienen mayor legitimidad, según mis críticos, asuman esta interlocución.

Usted habla de la disidencia…

En esto no quiero incluir a toda la disidencia, pero lamentablemente hay un grupo de ese sector que más que plantear ideas respecto del fondo, lo que hace muchas veces es hacer críticas despiadadas a quienes tienen lugares de liderazgo y que hemos llegado a esos cargos por voluntad de los militantes. Y terminan destruyendo los pocos liderazgos que tenemos. Es un proceso de autodestrucción lento, continuo, muchas veces imperceptible y que surge cada cuatro años. Cada vez que nuestros militantes levantan un liderazgo, este grupo se dedica a aportillarlo.

¿Hay riesgo de un quiebre?

Espero que no y hago un llamado a todos los liderazgos a quedarse en el partido y a dar la pelea desde adentro. No hay ninguna opción política distinta que se parezca a la DC.