Mientras se acerca el 31 de enero,  plazo autoimpuesto por el gobierno para definir si presentará un proyecto o sólo patrocinará una moción parlamentaria para despenalizar el aborto en casos de violación, peligro de vida de la madre e inviabilidad del feto, el jefe de la bancada DC, Matías Walker, advierte que al interior de su colectividad existen resistencias frente a algunas de las causales definidas por el Ejecutivo.

Si bien el legislador aclara estar abierto a discutir las ideas matrices comprometidas por la Jefa de Estado, pide que se definan normas y exigencias "restrictivas" para avanzar, y en casos "excepcionales", en este materia. Y lanza una advertencia:  los votos de su colectividad no están asegurados para apoyar la medida, ni siquiera en el caso que sea la propia Presidenta Michelle Bachelet la que presente una iniciativa.

¿Cuál es su postura personal?

Estoy abierto a legislar en torno a las tres causales, pero hay que precisarlas muy bien. El caso de la inviabilidad fetal tiene que definirse como la certeza absoluta de que el feto no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir al parto, ni un momento siquiera. Esto, con varios certificados médicos que sean irrefutables desde el punto de vista científico. Porque, de lo contrario, se prestaría para permitir el aborto en caso de malformaciones, tanto físicas como sicológicas. El caso de la violación, aunque tengo muy claro que hay que meter en la cárcel al violador y no a la mujer, también es importante determinar cómo se va a hacer la denuncia, hasta cuántas semanas se va a eximir de responsabilidad penal a los que intervengan en el procedimiento, tanto la mujer como los médicos. Y en el caso del mal llamado aborto terapéutico, que existía en Chile hasta el año 89, claramente debemos hablar del riesgo de la vida de la madre, no de la salud de la madre. Estoy abierto a discutir seriamente y de manera muy excepcional y muy restrictiva, con todos esos requisitos, la despenalización de la interrupción del embarazo.

¿El aborto es un tema de salud pública o de derechos reproductivos de la mujer?

Siendo un tema intersectorial, una alternativa que hemos planteado es que este tema sea coordinado por el ministerio que tiene a su cargo las coordinaciones intersectoriales, que es el Ministerio de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres). Esto no es sólo un tema de derechos reproductivos de la mujer, es también un tema de salud y es un tema ético. Por lo tanto, no debería ser sólo el Ministerio de la Mujer. Hay que incorporar a Salud, y la coordinación la debe hacer la Segpres.

¿Es un error del gobierno que el tema lo lidere el Sernam?

No quiero calificarlo como un error. Hay distintas opiniones dentro de los parlamentarios de la Nueva Mayoría. Escuché al doctor Juan Luis Castro (PS), miembro de la Comisión de Salud de la Cámara, señalando que esto debe ser un tema de Salud. Entiendo que el diputado Marco Antonio Núñez (PPD) ha dicho lo mismo.

La DC tiene más de una opinión respecto al aborto...

Existen diferencias dentro de los parlamentarios de la DC. Somos partidarios del derecho a la vida, desde la concepción hasta la muerte natural. En eso no hay duda. Todos estamos abiertos al debate sobre la despenalización del aborto, pero nos preocupa cuando algunos quieren ir más allá de las causales establecidas por el gobierno, como trascendió a través de  estas minutas que se dieron a conocer, donde no se hablaba sólo del riesgo de vida de la madre para justificar la despenalización del aborto, sino que hablaban del riesgo para la salud de la madre. Me pregunto: ¿Eso incluye la salud síquica de la madre? ¿Se justificará el aborto en caso de depresión de la madre? Por ningún motivo. Y en el caso de la violación, ¿dónde se va a fijar el límite? ¿Hasta cuántas semanas se va a permitir la interrupción del embarazo? Estamos hablando de un feto que está sano. Nos preocupa que algunos estén hablando de 22 semanas.

Nosotros no vamos a estar en eso. Hablo de mi opinión personal y de lo que he recogido de varios de nuestros diputados, porque no todos estamos en lo mismo. Nos preocupa que el proyecto del senador Guido Girardi (PPD) hable de taras físicas y sicológicas del feto. No estamos en eso, no podemos estar más lejos del proyecto del senador Girardi. Algunos han señalado que son tan disímiles nuestras posturas respecto a las mociones parlamentarias que lo mejor es que el gobierno ordene el debate enviando una indicación. Pero no es bueno exponer a nuestro gobierno a presentar una indicación que pudiera ser objeto de rechazo por parte de diputados de la Nueva Mayoría, por lo menos en alguna de estas causales. Entonces, yo prefiero decir estas cosas a tiempo, para que no nos llevemos sorpresas después.

¿Hay diputados de su partido que tienen reparos frente a las tres causales?

Hay diputados de mi partido que tienen problemas con una o más de estas tres causales, y de eso hay que tomar nota. De todas maneras, nadie impide que las comisiones de salud de la Cámara o del Senado avancen en la discusión respecto de las mociones parlamentarias, algunas de la cuales han sido suscritas por parlamentarios de la DC.

Despenalizar el aborto fue una promesa de campaña, ratificada  en el programa de gobierno. ¿Por qué ustedes no advirtieron sus aprensiones en su minuto?

Lo advertimos en ese entonces, y por eso es que la discusión no es sobre la legalización del aborto, sino que se remite a la despenalización en esas estrictas tres causales.

¿Cuál es el camino legislativo adecuado? ¿Mensaje presidencial o patrocinio de moción parlamentaria?

Mire, fueron los diputados de la Democracia Cristiana los autores de la Ley de divorcio. Ignacio Walker y Mariana Aylwin nunca le pidieron al gobierno de ese entonces, del presidente Eduardo Frei, un patrocinio del proyecto, porque entendían que los temas valóricos no son de iniciativa exclusiva del gobierno y que se podía avanzar en temas sobre la base de mociones parlamentarias. Recurrir a una suerte de bendición del gobierno respecto a estos proyectos, no sé... Algunos tendrán inseguridad de sus propios argumentos. Entonces, como no saben si se van a aprobar sus proyectos, le piden al gobierno que cuadren a sus parlamentarios. Nadie puede pedir que se cuadre a los parlamentarios en temas que tienen que ver con cuestiones éticas y personales. Y si hay una conclusión que tuvimos ocho días atrás en La Moneda con todos los jefes de bancadas junto a la ministra Ximena Rincón (Segpres), es que en esto no caben las órdenes de partido y que hay libertad para votar en uno u otro sentido.

¿Eso se los dijo la ministra Rincón?

Eso fue lo que concordamos en esa reunión.

¿Y la ministra suscribió esa conclusión?

Eso es lo que se habló en esa reunión. Estuve presente, y todos llegamos a la conclusión y nadie lo contradijo. Estos son temas que dicen relación con el discernimiento sobre el derecho a la vida. Lo ideal, a mi juicio, es que el gobierno respete las distintas opiniones que existen al interior de la Nueva Mayoría y deje que fluya la discusión parlamentaria en el marco de las comisiones de salud de la Cámara y del Senado. Para eso tienen plenas prerrogativas los presidentes de esas instancias para colocar el tema en tabla. Y el gobierno, en ese marco, puede dar su opinión sectorial, tanto a nivel de Salud como desde el Sernam. Pero no debiera ser ni indicación ni proyecto del gobierno lo que se vote, sino que debería discutirse en base a mociones parlamentarias con el mayor consenso posible.

Y si el gobierno envía un proyecto de ley, ¿estarán asegurados los votos de la DC para apoyarlo?

No, no están asegurados todos los votos de la DC para apoyar la despenalización del aborto. Por eso advierto a tiempo que no todos los diputados de la DC van a estar votando a favor de las tres causales, que nadie se lleve sorpresas después.

¿No sería un costo para la falange terminar alineados con la UDI en este tema?

Por algo advierto esto a tiempo. Estos no son temas políticos, sino que dicen relación con convicciones éticas.

Si se avanza con una moción parlamentaria, no con un proyecto del gobierno que pueda contribuir a ordenar a la Nueva Mayoría, ¿no cree que se arriesga el oficialismo a un nuevo clima de división y conflicto?

No, porque en la reforma educacional las diferencias que ha habido son en torno a instrumentos de cómo cumplir mejor los objetivos de terminar con el lucro, copago y selección.

Imagínese en el caso del aborto, que involucra diferencias doctrinarias…

Sí, pero hay una gran diferencia. Acá no estamos hablando de políticas públicas, estamos hablando de cuestiones éticas que dicen relación con el derecho a la vida.