En medio de las dudas sobre si los líderes de Cataluña declararán la independencia unilateral de la región española, el éxodo de las compañías radicadas en dicha zona se aceleró este viernes, con al menos dos grandes compañías anunciando que trasladarán su sede social, es decir, el centro desde donde se administra una sociedad, a otra ciudad.
Una de ellas es Gas Natural Fenosa (GNF), dueña de las chilenas CGE y Metrogas. La empresa informó que "ante los sucesos sociales y políticos que están ocurriendo en las últimas semanas en Cataluña y debido a la inseguridad jurídica que ello provoca, el consejo de administración de la compañía ha acordado, en tanto se mantenga esta situación, cambiar su domicilio social a las actuales oficinas corporativas en Madrid, Avenida de San Luis, 77".
La firma precisó que la determinación se adoptó "para mantener la operativa normal de la compañía y con el fin de proteger los intereses de la misma, sus clientes, empleados, acreedores y accionistas" y acotó que no afectará a las sociedades que prestan sus servicios exclusivamente en la región.
Además, algunos medios locales reportaron que la operadora vial Abertis, que en Chile controla rutas como Autopista Central, Autopista del Sol y otras, tamibén estaría analizando la posibilidad de reubicarse, aunque otros aseguraron que este tema no está en discusión.
Por su parte, CaixaBank, el principal prestamista en la zona y que posee el 24,4% de la propiedad de la matriz de CGE, comunicó en un hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España que, "ante la actual situación política y social en Cataluña" y "con el objetivo de salvaguardar plenamente la seguridad jurídica y regulatoria consustancial al ejercicio de su actividad", el directorio decidió de manera unánime "adoptar las medidas que sean necesarias para trasladar el domicilio social a la calle Pintor Sorolla, 2-4, de Valencia".
Según La Vanguardia, la empresa cuenta con cerca de 10 mil empleados en Cataluña y su negocio ahí representa 25% del total.
De esta manera, el tercer mayor banco español por activos siguió los pasos de su rival Banco Sabadell, que el jueves en la noche había revelado que se mudaría a Alicante. Otras entidades financieras más pequeñas, como Mediolanum y Arquia, también optaron por reubicar sus sedes en Valencia y Madrid, respectivamente.
Las compañías han tomado esta medida preventiva para garantizar estar bajo la supervisión del Banco Central Europeo y así poder acceder a las líneas de liquidez ofrecidas por el organismo emisor en caso de que Cataluña se separe unilateralmente de España.
Con todo, al menos 16 grandes empresas han aprobado una mudanza o han anunciado su intención de hacerlo, según El País.
Advertencia del FMI
En tanto, el Fondo Monetario Internacional alertó que la crisis que se vive en Cataluña podría tener un impacto negativo sobre la actividad española.
"La perspectiva para la economía española actualmente es sólida", aseguró Andrea Schaechter, jefa de misión del organismo para el país, al presentar los resultados del Capítulo IV, como se conoce la revisión anual que realiza la entidad a todos sus miembros. "Sin embargo, prolongadas tensiones e incertidumbre relacionadas con Cataluña podría pesar sobre la confianza y las decisiones de inversión", advirtió.