En Italia lo conocen como el "rottamatore", el desguazador: sin duda, en su breve carrera política Matteo Renzi logró "jubilar" a varios de los más veteranos políticos de la izquierda, además de apuntar con mucha ambición al "Palazzo Chigi", sede del gobierno, del que quedó hoy a un paso.
Nacido en 1975 en Florencia, ciudad de la que es alcalde, Renzi tiene 39 años: casi un adolescente para los "standard" de la envejecida política italiana. De aquí a unas horas podría convertirse en el primer ministro más joven en la historia de la República italiana.
Por lo menos hasta hoy, la otra estrella del centroizquierda es Enrico Letta, de 47 años: precisamente el rival al que el "giovane Matteo" dejó en estas horas contra las cuerdas y que mañana renunciará a la jefatura del gobierno ante el Presidente de la República, Giorgio Napolitano.
La edad y la experiencia política no es lo único que la "pareja-rival" Renzi-Letta comparte: ambos forman parte del Partido Democrático, la formación del centroizquierda heredera de fuerzas del centro y del viejo Partido Comunista Italiano. Precisamente por razones de edad, Renzi no llegó a conocer este partido ni las banderas rojas que flamearon en la época del PCI liderado por Enrico Berlinguer.
Renzi es desde diciembre el líder del PD, cargo al que accedió triunfalmente impulsado por una avalancha de votos (el 67% del total) en las primarias internas del partido.
Desde muy joven, en los años en los que creció en Rignano sull'Arno, localidad cerca de Florencia, Renzi se hizo notar: primero entre los boy-scouts, donde conoció a la que hoy es su mujer (Agnese, con la que tiene tres hijos), hasta su ingreso en la facultad de derecho florentina, en la que se graduó.
Al PD se fue acercando tras fundar años atrás uno de los "comité" que apoyaban a Romano Prodi, el ex primer ministro y líder de la coalición de centro-izquierda Olivo.
Dinámico y gran comunicador, Renzi pegó su primer gran salto en política al convertirse en el 2009 en el alcalde de Florencia. Tan sólo un año después lanzó la idea y la palabra ("rottamazione") por la que se hizo famoso y que simboliza el proceso de "desguace".
La primera vez que Renzi pronunció públicamente el concepto de "rottamare" fue en una entrevista en el 2010: de una u otra manera, el hombre clave en esta fase en Italia es visto como el personaje que logró rejuvenecer a la vieja política de la Península.
A menudo el alcalde de Florencia viene definido como el "Tony Blair" de la Península, un reformista pragmático admirador del ex premier británico y de Barack Obama. Aunque para sus detractores, su pragmatismo es demasiado desfachatado y lo que está haciendo es, en realidad, jubilar no sólo a los viejos políticos del PD sino también a los tradicionales valores de la izquierda italiana.