Mientras compartía en la mañana un té en su casa, en Las Condes, junto a los miembros de su comando, la hasta entonces candidata presidencial de la Alianza, Evelyn Matthei, recibió la visita de Pablo Longueira.
La cita -en la que también participaron, entre otros, Jorge Saint-Jean, Felipe Kast y Karla Rubilar- fuela antesala de la tónicaque marcaría la jornada electoral: buscar dar una señal de unión ante la derrota que, tal como esperaban casi todos en el oficialismo, se concretaríamás tarde frente a Michelle Bachelet.
La única duda -admitían por esas horas en la centroderecha- era el margen de diferencia que se obtendría. Al interior del comando, algunos manejaban proyecciones que ubicaban a Matthei perdiendo con un 42%.
Horas más tarde, los principales miembros del equipo de la abanderada oficialista, así como los dirigentes de la UDI y RN, se congregaron en el Hotel Intercontinental, en Vitacura, a esperar los resultados. El desánimo durante todo el día era evidente. Y tras el primer cómputo del Servel, las caras no cambiaron. No hubo mayor sorpresa cuando a las 18.00, Bachelet superaba cómodamente a Matthei.
Sólo unos pocos, como Lily Pérez y Francisco Chahuán, intentaron animar al resto, provocando tímidos aplausos en el salón principal del recinto.
Bastaron sólo algunos minutos para que la propia Matthei reconociera públicamente su derrota, poco antes de trasladarse hasta el hotel para pronunciar entre lágrimas un emotivo discurso.
Una holgada derrota de 62% contra 37% terminó siendo lapidaria. Matthei sólo se impuso 15 comunas, entre ellas, varias de la Región Metropolitana, como Las Condes, Vitacura, Lo Barnechea -eje histórico de doblajes de la Alianza-, Providencia y La Reina.
En su intervención ante los dirigentes oficialistas, Matthei estuvo siempre flanqueada por su marido, Jorge Desormeaux. Junto a él dijo que "mi deseo más profundo y honesto es que le vaya muy bien (a Bachelet)", agregando que "jamás, ni por comodidad ni por temor, me habría restado de este desafío". Y, tal como había señalado hace algunos días, la ex ministra del Trabajo manifestó que "el resultado es de mi exclusiva responsabilidad política".
SECTOR PRIVADO
Tras su incursión presidencial, en la que debió enfrentar una serie de conflictos al interior de la Alianza y entre el bloque oficialista y La Moneda, Matthei comenzará a concretar, paulatinamente, un diseño que ha manejado en absoluta reserva sólo con sus colaboradores más cercanos.
A ellos les ha transmitido su disposición para ponerse detrás del proyecto que vaya a liderar el actual Presidente Sebastián Piñera, ya sea para defender la obra de su gobierno como también para colaborar -si él así se lo solicita- como eventual integrante del consejo directivo, en el think tank que ya está diseñando el Mandatario.
Sin embargo, en paralelo, Matthei tiene planificada una etapa inicial de "privatización" que incluye participar en algunos directorios de empresas. Esto, al menos, durante una primera etapa post elecciones.
"En un primer tiempo no está en la agenda de Evelyn seguir actuando como una protagonista en política. Desde su época de ministra del Trabajo, antes de que le tocara asumir este desafío, ella tenía programado privatizarse, dejar la política y asumir desafíos en el área privada. Yo la veo en uno o dos directorios", dijo a La Tercera el abogado Mario Zumelzu, un estrecho asesor. Además, agregó que "ella ha manifestado su intención de hacer clases en algunos colegios vulnerables, y desarrollar una fundación que se interese y desarrolle muy fuertemente el tema de la educación". Será para abril próximo -dicen en su entorno- que podría planificar un futuro político.
Por ahora, Matthei tiene agendado un viaje a Nueva York para el 26 de diciembre. Y hoy estaría fijado un asado en su casa junto a los integrantes de su comando.b