Como editor responsable de "Personajes del Perú", serie que incluye libros sobre Grau, Quiñones, Cáceres y Bolognesi, el abogado e historiador Mauricio Novoa -formado en las universidades de Lima y de Cambridge- es la punta de lanza en Perú de un fenómeno similar al generado en nuestro país con el escritor Jorge Baradit y su saga "Historia Secreta de Chile" o Guillermo Parvex y su éxito editorial "Un veterano de tres guerras". De visita en Chile, donde participó de actividades académicas en las universidades de Los Andes y Central, además de una conferencia en la Academia de Historia Militar, Novoa conversó con La Tercera sobre este fenómeno literario, las relaciones bilaterales e, incluso, la disputa por el pisco.

¿Cuál ha sido la recepción en Perú de estos libros de corte histórico?

En el caso de la serie de los héroes que he editado creo que efectivamente es una sorpresa para todos los que estuvimos involucrados en ese proyecto de la vigencia que continuaban teniendo esos personajes. Ayudó a entender a estos personajes como personas, porque en general los países de América Latina tendemos a santificar a nuestros héroes, entonces se vuelven personajes perfectos. Tener una visión moderna de la historia que prescinda de los relatos oficiales, que prescinda del patriotismo, es un mecanismo que nos ayuda a acercar a los países.

¿Existen en Perú otros autores que estén haciendo una revisión del tema histórico?

Ha habido un interés muy grande tanto en Perú como en Chile por hacer una revisión de la construcción nacional de nuestros países. Creo que el Bicentenario ayudó mucho a esto. Sin embargo, pasado esto hay una tarea pendiente, de revisitar las historias que tenemos en común desde la vida cotidiana. Por ejemplo, las familias. A veces uno pierde conciencia de la dimensión que han tenido en la historia estas familias peruano-chilenas. El padre del Presidente (José Rufino) Echenique era chileno. La hermana del Presidente (Fernando) Belaúnde Terry estuvo casada con un Cruchaga. Su hijo se casó con la Miss Chile, Mónica Larson.

A nivel político, ¿ve más distendidas las relaciones entre Perú y Chile luego del fallo de La Haya?

Sí, por supuesto. Evidentemente siempre quedan baches, algunos temas por ahí por resolver, pero creo que se ha avanzado muchísimo en lo esencial. El enorme intercambio comercial ha hecho que las relaciones entre ambos países no sean gobierno-dependientes. Eso es tremendamente sano.

Y a propósito de temas comerciales, ¿cuál es su opinión sobre la eterna disputa sobre el pisco?

Creo que no hay ninguna duda desde el punto de histórico que el origen del pisco es peruano. De la misma manera hace mucho tiempo también que se produce pisco en Chile con la denominación pisco. Esa es una situación legal que se ha visto en la OMC sin llegar a ninguna solución. Creo que la solución final del problema, del uso del nombre pisco, va a tener que pasar necesariamente por un acuerdo entre productores, porque el 30% del pisco peruano es exportado a Chile.

Por último, ¿cómo evalúa la gestión del Presidente Kuczynski?

Creo honestamente que es un Presidente que la ha dado una bocanada de aire fresco a la política peruana. Es una persona que está al final de su carrera y no está siendo Presidente pensando en que va a ser reelegido. Precisamente por su formación, por no haber vivido necesariamente siempre en Perú, es una persona que es bastante inmune a muchas de las formas y de los vicios de la política tradicional peruana, que se mueve en el mundo de las especulaciones, de las intrigas. El ve detrás de la maleza.