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Foto: Javier Salvo / La Tercera[/caption]

El viernes fue la segunda vez en menos de dos meses que Mauricio Peña, el ex gerente de inversiones de los fondos de Aurus, Insignia y Global, se enfrentó a una jueza para pedirle que rebajara la medida cautelar de prisión preventiva. Y volvió a perder.

Pero más allá de que la defensa del ingeniero comercial, representado por el abogado Alejandro Awad, no logró convencer a la jueza Cecilia Villanueva de que su libertad no era un peligro para la sociedad, llamó la atención que Peña se mantuviera esposado, engrillado y con el chaleco amarillo con la palabra "imputado", en mayúscula, durante las cuatro horas que duró la audiencia. El motivo lo dio la misma magistrada.

"Nunca más un juez de la República va a permitir que un recluso entre sin las medidas de seguridad a una audiencia", dijo, en directa alusión a la fuga el lunes de un imputado en el Juzgado de Garantía de San Bernardo, quien en el camino tomó como rehén al juez Sergio Henríquez.En la audiencia anterior, del 5 de enero, a petición de la defensa de Peña, se le retiraron las esposas y grilletes. Este viernes sus abogados ni siquiera lo pidieron.