La decisión de Mauro Zárate de jugar por Chile es la culminación de un anhelo por el que el técnico Jorge Sampaoli ha trabajado desde noviembre. A sus 27 años, el goleador da un paso que no quiso dar hace unos meses, cuando el entrenador de la Roja le ofreció ser parte del plantel que llevó al Mundial.
Los contactos de Sampaoli con el delantero se inciaron en noviembre de 2013. Sabiendo que Mauro era hijo y nieto de chileno, el adiestrador se contactó con el ariete formado en Vélez Sarsfield. La tarea no era fácil. En 2007, había formado parte de la Sub20 de Argentina, con la que anotó dos tantos en cinco encuentros. Y, más encima, también ha estado en los planes del seleccionado azzurro, toda vez que es hijo de madre italiana.
En ese momento, Mauro, hijo de Rolando, ex volante central nacido en Calama, quien emigró a Argentina a probar suerte en Independiente de Avellaneda, y nieto de Juvenal, oriundo de Chuquicamata y quien tuvo participación en algunas selecciones menores de Chile como delantero, quedó de pensar la invitación. Eso sí, le reconoció al actual DT de la Roja, quien aún guardaba la ilusión de ser llamado por Alejandro Sabella para integrar la albiceleste.
Las conversaciones se extendieron hasta principios de marzo. Ahí, el goleador declinó a la invitación de Sampaoli a jugar el Mundial por Chile, pero las opciones quedaron abiertas.
Ahora, con su hermano y representante Rolando reconociendo que está disponible para jugar por la Roja, se cierra la campaña de Sampaoli por seducir al goleador que milita en el West Ham United inglés, y podrá contar con el delantero nacido el 18 de marzo de 1987 en la localidad bonaerense de Haedo.
Hasta antes de comenzar esta campaña con su nuevo club en Inglaterra, al que fue transferido hace unos meses, Zárate ha militado en Vélez, el club qatarí Al-Sadd, desde donde fue prestado al Birmingham City británico. Luego, arribaría a la Lazio italiana, de ahí al Inter, para volver la pasada temporada a su camiseta original en Liniers. Desde ahí, volvió a la Premier League.
Con un metro y 76 centímetros de estatura y hasta antes de debutar con el West Ham, el delantero había disputado 256 partidos oficiales a nivel de clubes, anotando 93 tantos, a un promedio de 0,36 gol por encuentro.
Con esta decisión, Zárate deja de lado sus chances de volver a vestir la camiseta de Argentina, con la que fue campeón del mundo Sub20 en 2007, cuando anotó el gol que le dió el título en Canadá ante la República Checa, el mismo torneo donde la generación de Arturo Vidal, Alexis Sánchez y Gary Medel saltó a la fama.
Zárate, además, suma títulos a nivel de clubes con Vélez, en el Clausura 2005 y la Supercopa 2013, con la Lazio, cuando ganó la Copa y la Supercopa italiana de la temporada 2008-2009, y supo ser el goleador de los torneos trasandinos Apertura 2006 y Final 2014.
La polémica, en todo caso, no ha estado excenta de la carrera del goleador: en 2010, cuando jugaba en el cuadro celeste de la capital italiana, fue multado con diez mil euros por realizar un saludo fascista, con el que animó a su equipo en el encuentro del pasado 14 de marzo contra el Bari. La sanción fue dictaminada por la Comisión de Disciplina de la Federación Italiana de Fútbol. En aquella ocasión, Zárate no jugaba por estar sancionado y fue fotografiado en las tribunas con el brazo levantado, ubicado en el sector de la barra de la Lazio, las que fueron publicadas por medios italianos tras el encuentro contra el Bari, generando numerosas críticas.
