En la U no hay tiempo para lamentarse. A pesar de que la derrota ante Unión Española (1-2) golpeó fuerte al camarín laico, el debut en Copa Libertadores ante Emelec (martes a las 19.15, en el Estadio Nacional) obliga a dar rápidamente vuelta la página para intentar revertir el mal momento que atraviesa el equipo.

Tras las primeras siete fechas, en las que los de Martín Lasarte han obtenido apenas cinco puntos (23,8% de rendimiento, muy alejados de cualquier chance de pelear por el bicampeonato), las dudas son mayores a las certezas.

Una de ellas es la zona ofensiva del mediocampo, donde, hasta ahora, Gustavo Lorenzetti y Ramón Fernández han tenido mayores chances en cancha, relegando a un plano secundario al uruguayo Maxi Rodríguez, quien precisamente en la derrota del viernes ante Unión Española se estrenó como titular en el torneo.

Su rendimiento, eso sí, dejó varias conclusiones. El ex Gremio se mostró movedizo y atrevido, y a ratos supo cargar con el peso de un equipo que, aunque confundido y con pocas respuestas futbolísticas, tuvo pasajes de buen trabajo colectivo.

De hecho, la sustitución de Rodríguez en el minuto 79 ante los hispanos, cuando el partido aún estaba 1-1, coincidió con una considerable merma en el juego azul, que en los minutos finales fue incapaz de ir al frente con determinación a buscar el triunfo y, por el contrario, exacerbó sus falencias y terminó cayendo ante el conjunto de José Luis Sierra.

Ante los de colonia, Ramón Fernández no salió del banco y en la evaluación que hacen desde el cuerpo técnico, Rodríguez terminó por imponerse frente al de Formosa, quien no ha dado en el tono del equipo y en lo que va de campeonato no ha mostrado más que aislados pasajes de buen juego. El viernes, luego de la derrota, fue uno de los primeros jugadores en dejar el camarín y el único que lo hizo con una sonrisa en la cara.

Por ahora, eso sí, se mantendría en el equipo estelar de Lasarte, a la espera de que Rodríguez termine su puesta a punto en lo físico.

"La verdad es que me sentí bastante bien. Muy cómodo dentro de la cancha y en sintonía con mis compañeros. Lamentablemente no se nos están dando los resultados, pero en lo personal me siento cada día mejor. Sólo fui sustituido por un tema físico. Terminé muy ahogado. Aún no termino mi puesta a punto en ese sentido", afirmó el volante charrúa.

Mientras, Rodolfo Neme, ayudante técnico de Lasarte, pero quien dirigió a los azules por los problemas de salud del adiestrador montevideano, aseguró: "Estamos muy conformes con el rendimiento de Maximiliano. Tuvimos que cambiarlo porque ya no tenía piernas. Es un jugador que nos entrega variantes y mientras tuvo piernas fue un verdadero aporte para el equipo".

En un plantel atribulado, el formado en Montevideo Wanderers aparece como la última esperanza para salvar el semestre.