Los adultos mayores de 60 años son el grupo de beneficiarios que experimentó el mayor crecimiento el año pasado en las isapres, de acuerdo con el último informe estadístico de la Superintendencia de Salud. El análisis efectuado por el organismo a las aseguradoras privadas, establece que los cotizantes que tienen más de 60 años aumentó un 7% el año pasado, en comparación con 2012. Así, superan a los menores de 40 años, que subieron un 6,4% en el mismo período.

Gonzalo Simón, gerente de estudios de la Asociación de Isapres, señala que el aumento de los afiliados mayores "tiene que ver con un cambio demográfico y con que la gente está viviendo más años", dice el representante del sector.

El balance de la superintendencia establece que los cotizantes de esta edad pasaron de ser 149.222 personas en 2009 a  194.155 afiliados en 2013, lo que representa un aumento del 30%. Esto lleva a que los mayores de 60 años ocupen un 11% de la cartera de beneficiarios. "Esto ocurre por el envejecimiento de la población, lo que lleva a un mayor uso del sistema", añade Simón.

Según cifras de la Asociación de Isapres, los mayores de 60 años utilizan 37,47 prestaciones al año, en promedio (consultas, exámenes, terapias y cirugías y otras). Y el grupo de 80 años y más, tiene 59,56 atenciones al año.

Esa cantidad es más de tres veces la frecuencia de uso que tienen los asegurados entre 30 y 34 años, quienes promedian 16,61 atenciones. Se trata de un uso exponencial del seguro privado, lo que implica más costos para el sector. "Una salida de parte de las isapres es buscar mecanismos de incentivos y estrategias para que los más jóvenes que pertenecen a Fonasa se inscriban en el sistema privado, para mantener un equilibrio", añade Simón. Héctor Sánchez, académico del Instituto Salud y Futuro de la Universidad Andrés Bello, afirma que la velocidad de envejecimiento en isapres es mayor que la del país debido a la política de tarifas de las aseguradoras. "El sistema traslada a precios el mayor costo de los siniestros. Así, las personas que tienden a quedarse en  isapres y están dispuestos a pagar los planes, son los mayores, los más enfermos y los que poseen más recursos. No así los jóvenes", afirma.

Por esto, Sánchez afirma que deben desarrollarse programas especiales para que la tercera edad sea atendida. "Para eso las isapres deberían cambiar su naturaleza de seguro clásico individual de corto plazo, eso no lo han hecho", añade. Plantea que una alternativa es implementar programas integrales de salud "como en países desarrollados, se debe avanzar a la compra de soluciones para la población de alto riesgo,  enfermos crónicos y personas de la tercera edad a redes de prestadores para que se atiendan las necesidades con soluciones costo efectivas".

Fernando Muñoz, académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, explica que el sistema privado "está enfrentando mal este tema. Mientras sigan aplicando tablas de factores de riesgo para definir el precio de los planes, van a tener una situación inmanejable con el tiempo. La cartera de las personas de tercera edad  les va a envejecer y si no  logran una fórmula de seguridad social, donde los jóvenes y sanos subsidien a los más viejos, la industria no va a tener futuro", dijo.