El joven prodigio francés Kylian Mbappé pasó del Monaco al París Saint-Germain (PSG) a préstamo, con una opción de compra en un año de 180 millones euros. Hoy mostró su desagrado por el negocio que rodeó su traspaso y explicó que decidió quedarse en Francia para ganarse el respeto en su país natal.
"Es un mundo (el del negocio de las transferencias) que no conocía. Es un mundo que he descubierto y, realmente, no le deseo a nadie que descubran ese mundo. Ese no es el verdadero rostro del fútbol (...) Hay que evitarlo", dijo Mbappé, en un extracto de la entrevista que será mañana publicada en "L'Équipe".
El delantero, de 18 años, era codiciado por los colosos europeos, pero explicó las razones para seguir en Francia.
"No quería irme de Francia como un ladrón, entre comillas, claro. Haces seis meses y después te largas. Eso no es realmente digno de los grandes. Los grandes jugadores ganan en todos los lugares que pasan. En Francia, no tenía la impresión de haberme ganado el respeto", sostuvo.
Mbappé dijo que su meta es "convertirse en un gran jugador" y ganar "todos los títulos".
"No quiero ser un mero figurante. Un jugadores que hace algunas temporadas buenas y luego se acomoda. Yo quiero ganar todos los años", cerró el colega de ataque del brasileño Neymar y del uruguayo Edinson Cavani.