McLaren, el equipo automovilístico británico que ocupa el segundo lugar después de Ferrari en victorias en Fórmula Uno, desplaza su competencia con el emblema italiano de la pista a la calle.
McLaren inauguró recientemente una fábrica de 50 millones de libras (US$80 millones) que permitirá la producción masiva de un modelo de 322 kilómetros (200 millas) por hora de uso legal en la calle con un precio de venta de 168.500 libras, en momentos en que busca traducir el éxito deportivo en ventas de 4.000 autos por año.
En la historia del deporte automovilístico, sólo un pequeño grupo de equipos ha logrado aprovechar los triunfos en la pista para crear una industria.
El éxito de Ferrari sigue siendo extraordinario entre los competidores de Fórmula Uno, la serie más rica de autos de carrera, que tiene ingresos anuales de US$1.100 millones y un público televisivo que promedia los 50 millones de espectadores por cada gran premio.
A McLaren "le resultará difícil, ya que hay muchas marcas impuestas en el espacio de los autos deportivos", dijo Mark Jenkins, uno de los autores de "Performance at the Limit: Business Lessons from Formula One Motor Racing" (Desempeño al límite: Lecciones empresariales del automovilismo de Fórmula Uno) y profesor de estrategia empresarial de la Universidad de Cranfield, en Gran Bretaña.
"La tecnología del automovilismo deportivo es en extremo cara, y para pasar a la producción de autos comunes hay que tener costos mucho más bajos".
Tony Jardine, que administró McLaren antes del ascenso del presidente ejecutivo Ron Dennis en 1981 y también trabajó para Brabham y Lotus, considera que el nuevo modelo MP4-12C, que se venderá a través de 35 concesionarias del mundo, será un ganador.
"Han trabajado mucho para asegurarse de que se trate de un auto en verdad asombroso", dijo. "Parece un producto fantástico".
McLaren optó por iniciar la producción con un programa que estima costará unos US$800 millones luego del escaso éxito que obtuvo con otros intentos de aprovechar la tecnología de carrera.
Dificultad de sobrevivir
Si bien la electrónica de la compañía se usa en todo el mundo del automovilismo deportivo, desde Fórmula Uno hasta Nascar e IndyCar, el mercado sólo tiene un valor de alrededor de 20 millones de libras por año, dijo Dennis, que tiene 64 años, en una entrevista en la nueva fábrica de Woking, Inglaterra, y alentó a la empresa a dar un paso más audaz para salvaguardar el futuro.
"Cuando se analiza el pit lane, como lo hago desde hace muchos años, y se comprueba que la única marca que tiene una presencia consistente es Ferrari, se toma conciencia de la fragilidad y la dificultad de sobrevivir", dijo. "Eso significó una gran diversificación".
Dennis dijo que seguirá buscando una nueva inversión luego de reducir a 25% su participación en McLaren Group, propietario del equipo de Fórmula Uno, y escindir la producción de autos como McLaren Automotive, donde tiene una participación de 18%.
El fondo de riqueza soberana Mumtalakat Holding Co., de Bahrein, es el mayor accionista de ambas empresas.