El médico cubano que contrajo ébola en Sierra Leona y que fue repatriado a Suiza ha empezado a recibir el tratamiento experimental Zimapp, administrado en los últimos meses a otros pacientes extranjeros que se contagiaron con el virus en África con resultados que se consideran alentadores.
El jefe del Servicio de Cuidados Intensivos del Hospital Cantonal de Ginebra, el doctor Jerome Pugin, confirmó que se ha optado por ese tratamiento que crea anticuerpos en el organismo.
El médico detalló que el plan es combinarlo con el antiviral de amplio espectro favipiravir y, si eventualmente el estado del paciente empeora, se podría introducir el tratamiento con suero sanguíneo, obtenido de pacientes que han logrado superar la enfermedad.
Pugin explicó a la prensa que el doctor cubano, Félix Báez Sarría, se encuentra estable, pero muy cansado, tras el viaje desde Sierra Leona, desde donde fue transportado en un avión privado medicalizado.
El especialista, que está a la cabeza del equipo que atiende a Báez Sarría, señaló que es difícil pronosticar cuál será su evolución porque su estado puede mejorar o empeorar rápidamente, una característica de este tipo de infecciones hemorrágicas.
En el Hospital Cantonal de Ginebra no se tienen detalles sobre la manera precisa en que Báez se contagió, pero se sabe que no estaba en Freetown sino en el interior de Sierra Leona, en una zona donde hay una fuerte tasa de transmisión del virus.
El médico cubano formaba parte de una brigada de más de un centenar de profesionales sanitarios enviados por Cuba a Sierra Leona para luchar contra la epidemia de ébola, que afecta también a Liberia y Guinea Conakry.
Pugin comentó que Báez, quien bajó del avión a pie y vestido con un traje de protección y una máscara, pudo conversar con los responsables que le atienden, a quienes dio "un testimonio desgarrador" de lo que sucede en Sierra Leona.
Asimismo, pudo hablar por teléfono con su familia, "un momento que fue de extrema emoción en la habitación", según comentó el médico suizo.