A las 11.20 de ayer llegó hasta el número 586 de Avenida General Bustamante, en Providencia, el médico Santiago Soto. El propósito del profesional era visitar al ex párroco de El Bosque Fernando Karadima, en el convento de las Siervas de Jesús de la Caridad, donde el clérigo reside desde enero de 2011, luego de que fuera notificado de la condena del Vaticano en su contra por abusos de adultos y menores, además de abusos de poder.

La visita de Soto, quien conoce a Karadima desde hace cerca de tres décadas, fue la primera que recibió el sacerdote, en su cumpleaños número 83.

El médico, quien dejó el lugar a las 12.40, dijo al salir del convento que "lo vengo a ver cada dos semanas, a veces una vez al mes (...). Está con una gran depresión, tristeza, angustia. Mal".

Dijo que ha conversado con Karadima de la condena por abusos que lo afecta y que "él reafirma su inocencia (...) delante del sagrario. Para mí es una cuestión muy mayor. Yo creo que ningún cristiano juraría nada ante el sagrario si fuese falso".

Sobre su opinión de la resolución del Vaticano, asegura que Karadima le ha manifestado que "lo que fue a Roma, vuelve de Roma" sin profundizar más en el dictamen de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

La resolución del Vaticano condena al ex párroco a una vida de oración y penitencia y a la prohibición perpetua del ejercicio público del sacerdocio, en particular la confesión y dirección espiritual. También se especifica que "se evite absolutamente la frecuentación con sus ex parroquianos o con miembros de la Unión Sacerdotal o personas que se dirijan a él para dirección espiritual".

Consultado por la calidad en la que visita a Karadima, Soto afirmó que lo hace como médico.

Para mañana jueves está contemplado que Karadima declare ante el ministro Juan Manuel Muñoz, quien concurrirá hasta el convento de Avenida Bustamante, en el marco de la acción civil presentada en contra del arzobispado por los denunciantes de Karadima.

Estos son el médico James Hamilton, el periodista Juan Carlos Cruz y el presidente de la Fundación para la Confianza, José Andrés Murillo, quienes preparan una demanda civil contra la Iglesia de Santiago.