Con una manifestación en el frontis del Hospital de Castro, los médicos del recinto iniciaron un paro de 48 horas, a la espera de que el Ministerio de Salud intervenga el Servicio de Salud de Chiloé, acusando una serie de falencias de gestión.

La movilización -la tercera en menos de un mes- se tradujo en la suspensión de procedimientos electivos y de policlínico, donde acuden diariamente unos 300 pacientes. Sólo la urgencia y servicios críticos fueron reforzados con turnos éticos.

La movilización es apoyada por enfermeras y matronas y se gatilló a principios de octubre, cuando cinco jefes de servicios médicos y los encargados de la Subdirección Médica y Centro de Atención Cerrada del Hospital Augusto Riffart renunciaron a sus cargos acusando falta de respuestas concretas de parte del Servicio de Salud a una serie de dificultades que presenta el recinto asistencial.

Según el vicepresidente del Colegio Médico Regional, Carlos Moreno, "hay incapacidad para gestionar la derivación de pacientes y coordinación de trabajo; para gestionar fondos para renovar equipos; incapacidad de gestionar la llegada de nuevos profesionales médicos y no médicos al hospital, o la incapacidad para generar un programa para atraer nuevos profesionales".

Sobrecarga laboral

El gremio expuso que la problemática está marcada por una falencia de personal profesional, técnico y auxiliar y déficit en los turnos. "Hace dos años, hay un turno de cirugía no cubierto y un turno de pediatría que está cubriéndose con una profesional que trabaja en Quellón", graficó Moreno.

A ello se suma que "el personal de enfermería de siquiatría hace turno día por medio y hay problemas severos en insumos quirúrgicos y médicos por no pago de proveedores. Hay dificultades en la derivación intrarred y en el GES, cuyas garantías no se están cumpliendo por falta de per- sonal, de insumos y por errores en la coordinación en las interconsultas a través de la intrarred".