Los amigos y médicos del Presidente francés Nicolas Sarkozy lo están presionando para que desacelere el hiperactivo estilo de vida que lo caracteriza después de que sufrió un desmayo mientras corría el domingo.
Apodado el "hiperpresidente" por los medios franceses, el mandatario de 54 años visitó 65 países en dos años de mandato y es famoso por manejar detalladamente todos los aspectos de la política.
También realiza un riguroso régimen de ejercicios: corre o anda en bicicleta varias veces a la semana, hace gimnasia con un entrenador personal y sigue una dieta.
Su oficina presidencial dijo que el desmayo se debió a una mezcla de intensa actividad física en un día de calor con estrés por una sobrecarga de trabajo.
"Necesita cuidarse. Espero que esta sea una lección para que se calme un poco", dijo Patrick Balkany, un amigo cercano de Sarkozy a radio RTL.
"A veces necesita esforzarse un poco menos y comer un poco más. Está a dieta porque siempre está algo excedido (...) digamos que no quiere tener un sobrepeso", añadió.
Sarkozy se desmayó mientras corría al rayo del sol y fue trasladado en helicóptero al hospital, donde pasó la noche para someterse a exámenes.
El lunes salió caminando del hospital. Ahora deberá descansar durante un par de días antes de tomarse tres semanas de vacaciones.
AGENDA AGOTADORA
Recientemente, una agotadora agenda dejó exhausto al activo Presidente. Su oficina dijo que en ningún momento había quedado inconsciente y que sus exámenes cardiológicos y neurológicos eran normales.
De todos modos, los médicos dijeron que debía cuidarse.
"Un desmayo nunca es inofensivo", dijo al diario Parisien Pierre Souvet, un cardiólogo, añadiendo que era extraño tener un episodio de este tipo en el medio de una actividad física.
La semana pasada, Sarkozy hizo un viaje de 48 horas a Nueva York para reunirse con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y para escuchar a su esposa, la cantante Carla Bruni Sarkozy. En junio visitó Gabón, Bélgica y Guadalupe.
También ha enfrentado presión política interna mientras intenta conducir a Francia a través de la crisis financiera internacional, que ha provocado un aumento del desempleo.
Los analistas dicen que será difícil para Sarkozy abandonar su característico estilo político.
"Realmente no creo que vaya a cambiar su ritmo político, su modo de gobernar, de controlar todo, de no dejar que sus ministros gobiernen, de supervisar miles de cosas", dijo Mariette Sineau, analista política del centro de investigación Cevipof.
"Es su estilo y su carácter. No se puede cambiar a las personas", añádió.