Medio centenar de talibanes murieron en un bombardeo estadounidense en la provincia occidental afgana de Farah, en respuesta a un ataque insurgente a un convoy que transportaba alimentos, informó hoy una fuente oficial.
Los choques tuvieron lugar el sábado en el distrito de Bala Bulok de Farah, donde los insurgentes atacaron primero el convoy y causaron la muerte de siete soldados afganos y dos estadounidenses que lo escoltaban, además de heridas a otros doce efectivos afganos.
La coalición estadounidense destacada en Afganistán respondió con un bombardeo aéreo en el que, según el portavoz del Ejército afgano en la zona, Abdul Basir Ghori, fallecieron unos 50 insurgentes.
Ghori añadió que el área está bajo control talibán, por lo que no podía ofrecer una cifra más precisa de bajas entre sus fuerzas.