La cadena estadounidense ABC entregó nuevos datos sobre la tragedia del vuelo Air France de 2009, que se estrelló en el océano Atlántico dejando 228 muertos.

Según el medio, que cita a dos fuentes independientes de la investigación, el capitán del avión, Marc Dubois (58), estaba con la azafata Veronique Gaignard , que se encontraba fuera de servicio, cuando el avión entró en la tormenta y perdió el control. Esto habría demorado en más de un minuto que Dubois contestara los insistentes llamados para que volviera a la cabina, lo cual en definitiva gatilló que posteriormente uno de los copilotos tomara una decisión errada sobre los controles.

Jean-Paul Troadec, director de la BEA, el organismo francés que conduce la investigación del accidente del vuelo Río-París, dijo a ABC News que el caso de la auxiliar de vuelo no es parte de su investigación, por que la entidad no está interesada en la vida privada del piloto y, además que duda mucho de la supuesta relación entre Dubois y Veronique al interior de la aeronave. A esto se suma que Dubois estaba en su hora de descanso reglamentaria tras cuatro horas de vuelo.

Cintas de la caja negra recuperada en abril de 2011, detallan el panorama de confsuión cuando el piloto volvió a la cabina. Al mando estaba el primer oficial Cedric Bonin, un piloto de 32 años de edad, quien tenía menos de 5.000 horas de vuelo a su haber. Bonin había cometido el error minutos antes, de mover a otro angulo la nariz del avión lo cual provocó que en pocos segundos, el aparato empezara a caer verticalmente a 193 kilómetros por hora hacia un área llamada El Caldero Negro.

Dubois preguntó qué estaba pasando y los copilotos le respondieron que no sabían. Luego el capitán se percató que los visualizadores no respondían, por lo que nunca se percataron de que iban en caída libre.

El informe final del accidente elaborado por la BEA será divulgado el próximo 5 de julio, aunque ya hay versiones de éste, tal como lo filtró un medio brasileño, donde se concluye que la tragedia fue por el fatal error del copiloto, quien no supo mantener el avión controlado al momento de entrar en la tormenta eléctrica.

Una vez en ella, se rompieron los medidores de las sondas de velocidad, los tubos de Pitot, unos dispositivos con forma de pistola, que informan al piloto de la velocidad que lleva el avión.