La tormenta por la "trama rusa" no se detiene. Ayer, un representante demócrata de California presentó una acusación para destituir al Presidente Donald Trump, aunque es una propuesta con pocas probabilidades de tener éxito. Brad Sherman señala que el abrupto despido del director del FBI, James Comey, en mayo pasado, constituye obstrucción a la justicia y "altos crímenes y delitos menores", en medio de las investigaciones sobre si la campaña de Trump se coludió con Rusia contra su contendora Hillary Clinton.
El congresista cita las denuncias de Comey de que Trump lo presionó para que abandonara la investigación sobre el ex asesor de seguridad de la Casa Blanca, Michael Flynn.
El sitio web The Hill señala que se trata de la primera vez que un congresista presenta un artículo para un impeachment a Trump y se produce en momentos en que los demócratas debaten si es políticamente sabio presionar por un caso de juicio político a estas alturas.
Sherman reconoce que su lista de acusaciones es "el primer paso de un largo camino". "Pero si la incompetencia impulsiva continúa, entonces eventualmente - dentro de varios, varios meses- los republicanos se sumarán al proceso de destitución", dijo Sherman en un comunicado.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, aseguró que la resolución de Sherman era "completamente ridícula" y una "politiquería de la peor".
Según la agencia The Associated Press, el pedido tiene pocas posibilidades de ser aprobado por la Cámara Baja, donde los republicanos son mayoría. Sherman ni siquiera cuenta con el respaldo de muchos de sus colegas demócratas.
Los líderes demócratas se han distanciado de los esfuerzos para destituir al Presidente, ya que creen que esto sólo alentaría a los simpatizantes de Trump. La resolución de Sherman tiene un copatrocinador, su colega demócrata Al Green, de Texas.
Sherman presentó su acusación un día después de que el hijo del Presidente, Donald Trump Jr., reconociera que se reunió con una abogada rusa durante la campaña. Un intermediario de la abogada dijo que le daría información del gobierno ruso que sería perjudicial para la entonces candidata demócrata Hillary Clinton. Trump Jr. dijo que él no recibió información sobre Clinton en la reunión.
Trump "furioso"
Estas revelaciones han sido un golpe para la Casa Blanca, que ha debido postergar su agenda al tiempo que su personal enfrenta una crisis relacionada con la familia del Presidente.
Según AP, Trump está furioso por los últimos acontecimientos y la mayor parte de su ira ha sido dirigida contra los medios, no contra su hijo, de acuerdo con personas que han hablado con él en los últimos días. El único comentario que Trump hizo sobre el asunto durante gran parte del día fue a través de un breve comentario realizado por su portavoz Sarah Huckabee Sanders, quien dijo el martes que el Presidente cree que su hijo es "una persona de gran calidad". Ayer, tuiteó que su hijo era "abierto, transparente e inocente" y nuevamente se refirió a la investigación como "la mayor cacería de brujas en la historia política".
Si bien el personal se ha acostumbrado a que un buen ciclo de noticias sea empañado por investigaciones sobre Rusia, asistentes de Trump y asesores externos reconocieron en privado que las revelaciones de esta semana se sintieron más serias. Siguiendo el patrón que se ha dado en la Casa Blanca durante el gobierno de Trump, la polémica ha desatado una nueva ronda de recriminaciones entre el equipo del Presidente. Fuentes anónimas dijeron a AP que Trump ha cuestionado la asesoría que ha recibido de sus allegados, entre ellos el jefe de gabinete, Reince Priebus. Sin embargo, las críticas han llovido sobre Priebus durante meses y las fuentes dicen que no parece ser inminente una reestructuración del equipo de mando.
Según el diario The New York Times, Trump está molesto por los titulares de prensa. Y tres personas cercanas al equipo legal dijeron al periódico que el mandatario también ha descargado su ira contra su abogado, Marc Kaowitz, ya que está desilusionado por su estrategia.