A las 6.45 de esta madrugada se inciaba en Georgia la 78ª versión del Masters de Augusta. Durante todo el fin de semana las crónicas del mundo golfístico estarán centradas en lo que ocurra en el Augusta National. Esta no. Es una nota que habla de historia, de medio siglo de espera que aún no sabe de otro chileno en el primer major del año.
En 1964, hace exactamente 50 años, Enrique Orellana disputaba el Masters de Augusta. Y era protagonista, primero, y actor secundario, después.
Todo partió un par de años antes. En 1961 el golfista jugaba el primer Torneo de Maestros de Argentina y se traía el triunfo a casa. Una conquista más para el hijo del encargado de la cancha del Club Los Leones. Las victorias internacionales se sucederían, con primeros puestos en Argentina y Uruguay, un rendimiento que le iba a dar réditos. Algunos dirigentes transandinos, conocidos en el golf estadounidense, les comentaron a los organizadores del Masters de un chileno que jugaba bien y rendía en circunstancias complicadas. Fue aceptado.
Así se gestó la primera presencia de un golfista nacional en un major del golf mundial, a los 28 años, un logro que recién se repetiría Martín Ureta en 2007.
Orellana probó el campo y quedó maravillado. "Los greens eran muy corredores, actualmente todavía lo son. Pero no es una crítica, la cancha es perfecta, no tiene nada que reprochársele. Es un jardín, con muchas flores, una mesa de billar", recuerda hoy, aún ligado al golf, pues juega cada día profesionalmente en el Club San Cristóbal y en el verano, en Marbella.
El miércoles 8 de abril de 1964 se disputó el Concurso par 3 que desde 1960 y hasta hoy sirve como previa para el torneo. El chileno fue uno de los protagonistas, pues finalizó segundo, con 24 golpes, apenas uno más que el ganador, el aficionado Labron Harris Jr., que había ganado el US Amateur de 1962.
Eso dicen los cables de la época, pues Orellana no se acuerda del nombre del ganador. "Harris Jr. ganó con cuatro golpes bajo el par, uno menos que Bobby Nichols, Dan Sikes y el profesional chileno Enrique Orellana en el campo de mil yardas de nueve hoyos adyacente al Augusta National Golf Club. Diecinueve jugadores, incluido el favorito, Jack Nicklaus, empataron en el quinto puesto con 25", señalaba AP ese día.
El asunto no le significó algún premio monetario al santiaguino, pero sí muchos regalos de los auspiciadores que se quedaron en Estados Unidos, por el peso en el equipaje.
Eso sí, el minitorneo era muy diferente al actual. "Era más serio", asegura Orellana. Ayer se disputó la edición 2014 del Par 3 y las novias y niños caddies y el relajo no faltaron. "Nada de niños en mi época", agrega el golfista.
El jueves 9 se jugaba la primera ronda. El campo era complicadísimo para el chileno y encima debió lidiar con las nuevas bolas con que se jugaba el torneo. "Eso fue lo más difícil, la verdad. Se cambió a la pelota grande, la que se usa hoy en día, que uno siempre creía que pegaba más corto, pero no era así. Hasta hacía poco se podía jugar con cualquier bola, pero ese año se estableció que sólo se jugaría con la grande. La pequeña volaba más y paraba en los greens mejor que las grandes, le podía dar más efecto", asegura Orellana.
El chileno asegura que pegaba unos 240 ó 250 yardas con sus mejores tiros, "algo que ha cambiado mucho hoy en día, con la tecnología". La cancha de 1964 tenía 6.980 yardas y la que se está jugando hoy, 7,435 (416 metros más larga).
La primera ronda fue de 80 golpes, número que se repitió el viernes. "La segunda parte de la cancha, que tiene más agua, me afectó, nada funcionó", rememora. Ocho sobre el par sumó Enrique Orellana , junto con el amateur John Owens, lejos del corte, que quedó en +4 y dio el paso a sólo 48 jugadores de los 96 inscritos.
El fin de semana no lo desperdició y se dedicó a ver a los grandes. Y los hubo ese año. El triunfo fue para Arnold Palmer, segundo remató Jack Nicklaus, mientras que Gary Player y Ben Hogan fueron top 10.
Desde que es posible, Orellana ve el Masters por televisión "todos los años", asegura.
Para esta edición sus favoritos son claros: "El de siempre no está, Tiger Woods, así es que me inclino por el que ganó el Mundial, Jason Day. Si no, Adam Scott o Rory McIlroy, que se dejó de cosas y está jugando bien de nuevo. Ah, y Phil Mickelson".
El chileno ve complicado que algún compatriota recorra como él los campos de Augusta próximamente. El favorito para esto es Benjamín Alvarado, quien es miembro del PGA. Sobre el jugador del Club de Polo, Orellana opina que "por el momento no está jugando su juego, le falta mucho, tiene que practicar. Como me aconsejó mi papá el día que le dije que quería ser golfista: 'Esto es como una oficina, usted se dedica de las 8 hasta las 12, almuerza y vuelve hasta que se oscurece'. Así empecé yo".