El dormitorio es pequeño y duermen pegados uno al lado del otro. Casi todos cumplen una labor en la rutina diaria: en la cocina, en la limpieza, ayudando en las tareas escolares de los más pequeños. Finalmente, apoyándose codo a codo en la vida que les tocó enfrentar. Su hogar es una vivienda social ubicada en las afueras de Bacau, en Rumania.

No son una comunidad hippie. No son una casa okupa. Son seis hermanos a cargo de Georgina, la hermana que pronto cumplirá 15 años. Ella es la mujer que dirige, asiste y contiene. Es invierno y Liliana, la madre del grupo familiar, emigró a Italia, a trabajar. Recién volverá en verano.

La historia es parte de Waiting for August, que capturó la cineasta rumana Teodora Ana Mihai y que ayer se quedó con el premio al Mejor Largometraje Internacional, en el Festival de Cine de Valdivia que comenzó el pasado 7 de octubre. La cinta ganadora se impuso a 11 filmes que estaban en competencia alcanzando la estatuilla del Pudú y la suma de 4 mil dólares. Waiting for August ha sido destacada por medios extranjeros como The New York Times y The Hollywood Reporter.

Ayer, la ceremonia de premiación se realizó al cierre del certamen en la Carpa de la Ciencia del Centro de Estudios Científicos (CEC). Allí se dieron a conocer los 22 premios que este año trajo el festival, entre categorías oficiales y no oficiales. La ceremonia fue interrumpida en un momento por la comunidad Koliñir Lof Mapu, en apoyo al pueblo mapuche, quienes expresaron libremente sus demandas, para luego continuar con la entrega de los galardones.

Ayer, también se anunció que la próxima edición del encuentro en Valdivia transcurrirá entre el 6 y el 11 de octubre de 2015.

Luego de la categoría internacional llegó el esperado anuncio sobre quién se quedaría con el Pudú a Mejor Largometraje Chileno. Finalmente, el filme premiado fue para Los castores, de Nicolás Molina y Antonio Luco, documental que, al igual que Waiting for August, muestra la vigencia y relevancia que está teniendo el trabajo de no ficción en la pantalla grande.

Los castores expone el vínculo entre la naturaleza y el hombre, a través de una tragedia en la zona de Tierra del Fuego: la plaga de castores que arrasa con los bosques del lugar. La cinta sigue a Derek y Giorgia, una joven pareja de biólogos que investiga sobre este roedor introducido en Chile a mediados de la década del 40, para desarrollar la industria peletera.

"Nos interesó mostrar a los dos biólogos y no solamente hacer un documental acerca de la plaga de castores, porque ellos se consideran parte del ciclo vital en que viven. De hecho, se alimentan de estos animales pues creen que es una forma efectiva de regular su comunidad", explica Antonio Luco, uno de los directores de la cinta.

El premio que recibirán consiste en un aporte de la Dirección de Asuntos Culturales (Dirac), para fomentar la internacionalización del filme. Esto equivale a pasajes y viáticos por el monto de 3 mil dólares. Más un premio entregado por Chilevisión de $ 3 millones.

IMÁGENES LOCALES

Historias marginales y cotidianas, crueles y conmovedoras también fueron premiadas en el festival de Valdivia en la categoría de Largometraje Internacional.

El resto del mundo, del mexicano Pablo Chavarría, alcanzó el reconocimiento del  Premio especial del jurado. La cinta narra la relación entre Alejandro, un artesano, quien vive junto a su hija Kiara, de siete años, en una pequeña habitación de la región de San Cristóbal de las Casas, en el sureste mexicano. Ambos deben aprender a convivir en un mundo muchas veces hostil.

Una historia que va creciendo en intensidad y que llegó con buenas críticas a Valdivia fue Matar a un hombre, del realizador nacional Alejandro Fernández Almendras, que ayer ganó el Premio del Público.

La película seleccionada a inicios de septiembre para representar a Chile en los premios Oscar y Goya, cuenta la vida de Jorge. Un sencillo trabajador que vive en la comuna de Tomé con su familia, cerca de Concepción. Tras una serie de amenazas a sus hijos, Jorge terminará con un rifle en sus manos, para después intentar ocultar un cadáver.

Otra película nacional que estuvo presente en la premiación fue La voz en off, el tercer largometraje de Cristián Jiménez. Recientemente exhibida en el festival español de San Sebastián, el filme logró el Premio Moviecity, que consiste en 25 mil dólares.

Mientras que una de las cintas favoritas para adjudicarse algún trofeo era Santiago violenta, de Ernesto Díaz Espinoza. La película, que cuenta las aventuras nocturnas de un grupo de amigos, se quedó con el Premio VTR Sundance Channel, que entrega la suma de US$ 5 mil.

Además, fueron reconocidos trabajos como Aún tenemos patria, de Horacio Santander; Sobre la marcha, de Fabián Ulloa (Mención cortometrajes en alta definición), y el proyecto Ferrocarriles, de Carlos Leiva