Antes de ingresar al ascensor que lo conduciría al piso 14 del Congreso, en Valparaíso, donde unos 130 dirigentes esperaban el inicio del consejo directivo ampliado, el timonel UDI, Patricio Melero, se cruzó en un pasillo con el senador Hernán Larraín.
Melero, concentrado en llegar a tiempo, no se percató de que Larraín -quien durante la mañana había difundido un crítico documento que apuntaba a la directiva- le había extendido su mano para saludarlo, y siguió de largo.
Minutos más tarde, sin embargo, fue el propio jefe del partido quien en un extenso discurso plasmó una detallada autocrítica del rol que la mesa directiva comandada por él había tenido en las decisiones tomadas respecto de la plantilla parlamentaria.
Según un documento recibido por cada uno de los militantes presentes y que sustentaba el discurso que Melero expuso al inicio de la jornada, el diputado parte reconociendo que desde hace algunos años la UDI viene perdiendo "su fuerza y voluntad para defender ideas matrices de su proyecto político". Esto, porque la coherencia, dice el texto, "ha estado condicionada a un resultado electoral".
Luego, el parlamentario detalla cinco factores donde la UDI erró, a su juicio, en sus decisiones. Uno es haber enfrentado equivocadamente la transición del voto obligatorio al voluntario, donde reconoce que no hubo una movilización permanente, sino únicamente en función de un desafío electoral.
Otro es haber obviado un arraigo en los gobiernos regionales y la preparación con tiempo de los candidatos municipales.
En su intervención en el cónclave, según los presentes, el timonel dijo que, además de los errores del partido, el gobierno y el Presidente Sebastián Piñera también fueron "cómplices" de la derrota electoral de la Alianza, momento en el que el diputado Iván Moreira lo interrumpió y rebatió desde su asiento.
Incluso, Melero dedicó párrafos de su texto a criticar al Mandatario, de quien expresa tuvo un afán por derrotar la caricatura que pesó por décadas sobre la centroderecha, y que en esa búsqueda priorizó algunas veces ejes y decisiones que se apartaron del ideario del sector.
Esto, pese a que propone que la UDI asuma una defensa del primer gobierno de la Alianza.
En uno de los momentos de su discurso, además, cuestionó abiertamente a los parlamentarios que no aparecieron públicamente con la candidata presidencial Evelyn Matthei, y, según asistentes, comentó que la propia ex abanderada le transmitió una queja al respecto.
Así, criticó a quienes no figuraron ni en terreno ni en afiches con Matthei, porque, dijo, "no les rendía", mientras que recordó que muchos de ellos tuvieron una actitud distinta con Joaquín Lavín en 1999.
Uno de los puntos más extensos de esta autocrítica fue la dedicada a los mecanismos de selección de candidatos. Cabe recordar que Melero no sólo estuvo a la cabeza de la directiva, sino además es miembro del comité electoral.
En el texto se lee: "Los cambios que hizo la UDI en el 2013 afectaron su unidad y la adhesión de una parte del electorado, aun cuando los resultados de esos cambios hayan sido exitosos".
Además, asegura que el partido se equivocó en soslayar la valoración que la ciudadanía hizo de las primarias -y que en su proceso electoral parlamentario no consideró- y luego expresa: "La UDI ha conservado el principio del que tiene mantiene, que es efectivo, pero del cual debe tenerse la flexibilidad de una mirada caso a caso".
En su siguiente punto, el dirigente hace referencia al binominal al decir que la UDI "no puede desconocer el impacto que los efectos del binominal ni la autocrítica respecto de los errores que pudimos evitar en la nominación de candidaturas que no pudieron impedir doblajes".
Como último punto, Melero alude a la campaña presidencial y el factor Bachelet. "Uno de los errores que podrían distorsionar el diagnóstico electoral de la derrota es desconocer el carisma y la consistencia electoral de Michelle Bachelet y su efecto en los resultados presidenciales y parlamentarios".