Los habitantes de la pequeña isla de Melinka, azotada esta mañana por un sismo de 7.6 de magnitud, enfrentaba con calma las horas posteriores al movimiento telúrico que afectó a la zona sur del país.
Melinka, ubicada en la provincia de Aysén, cuenta con una población que bordea las 3 mil personas y, según cuentan sus propios habitantes, desde hace unos tres años que no se sentía un movimiento de tierra tan fuerte como el registrado este domingo.
"La gente que vive acá nos comenta eso, que hace más de tres años que no se sentía un temblor así de fuerte. De todos modos la población está tranquila. No ha sido una salida masiva de personas, sino más bien unos pocos han subido hasta la parte alta del estadio de la ciudad, porque esa es la zona más alta de la isla. Además, Melinka cuenta con señalética adecuada para que la población pueda movilizarse hacia los lugares correctos en caso de emergencia", comenta Francisco Henríquez, el único odontólogo que trabaja en la Posta Rural de Melinka.
El recinto cuenta hasta el momento con solo un paciente postrado, de unos 63 años de edad, con dependencia severa, y a quien se le monitorea constantemente por especialistas de la salud del lugar, entre quienes se cuentan 2 médicos generales, un nutricionista, una enfermera, una matrona, un kinesiólogo y cinco paramédicos.