"Estoy acá porque me pasó algo malo, tiene que ver con el 'Pancho', el hijo de la nana". Este es parte del relato leído por la fiscalía esta tarde y que fue entregado por la hija menor de un empresario a funcionarios de la PDI en los que reveló los constantes ultrajes a los que era sometida por el chofer de la casa.

José Gallardo Figueroa tenía 17 años cuando llegó a trabajar junto a su madre a un domicilio en Las Condes. Venía de Temuco y, ya siendo mayor de edad, aceptó la propuesta de sus patrones de desempeñarse como chofer como una forma de ayudarlo.  Sin embargo, a sólo meses de haber empezado esta labor, Gallardo habría comenzado los ataques.

"A los nueve años me di cuenta que era abuso porque lo vi en las noticias, pero no me atreví a contarle a mis papás", dijo la menor a los detectives. Contó que, por miedo, solo le relató lo ocurrido a su hermana mayor a los 14 años.

Gallardo habría realizado los ultrajes al interior del domicilio y en el automóvil de los padres de la niña cuando la iba a buscar a la casa de sus amigos. En estas ocasiones, según la versión de la menor -que fue conocida en la audiencia de formalización del inculpado- éste incluso la amenazaba con chocar el automóvil.

"La víctima, en parte de su declaración, relata que en los momentos en que el chofer la transportaba, le exigía desarrollar algunas de estas actividades y, en la medida que ella se oponía, eventualmente aumentaba la velocidad cuando conducía y eso generaba temor en ella", dijo el fiscal de la zona Oriente, Felipe Díaz.

En diciembre pasado y luego que la víctima revelara lo ocurrido, su padre denunció los hechos a la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores de la PDI. La fiscalía solicitaría audiencia para formalizar al sospechoso, sin embargo éste no se presentó. Lo anterior motivó que se despachara una orden de detención y, finalmente ayer, José Gallardo se entregó a la PDI.

El hombre fue formalizado por abusos sexuales reiterados en el Cuarto Tribunal de Garantía de Santiago y quedó en prisión preventiva.  La jueza Carolina Herrera justificó la medida por considerarlo un peligro para la seguridad de la sociedad y por el riesgo de fuga.

En la audiencia se revelaría, además, que otra de las hijas del empresario también habría sido abusada. La defensa del imputado señaló que éste reconoce sólo un ataque.