Un adolescente acusado de disparar contra un agente federal cerca de la frontera entre México y Estados Unidos enfrentará como adulto un cargo de intento de homicidio, falló el martes un juez de Texas.
Márquez Alvarado, de 17 años, es acusado junto con su hermano mayor y su padre de emboscar a un agente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) a mediados del año pasado.
La fiscalía asegura que el padre despertó a sus dos hijos por la noche, diciendo que un vehículo sospechoso circulaba por la carretera, y los tres persiguieron y dispararon contra el automotor antes de que saliera de la carretera.
El juez de distrito Jesse Contreras declaró que Alvarado, que tenía 16 años al momento del tiroteo, debe ser juzgado como adulto y fijó su fianza en 50.000 dólares. Alvarado será procesado por un jurado investigador, pero Contreras dijo que había la evidencia suficiente para respaldar el cargo de intento de homicidio.
Los investigadores indicaron que Pedro Alvarado despertó a dos de sus hijos la noche del 3 de julio y que ambos jóvenes tomaron armas de fuego y subieron a la camioneta de su padre.
Con el mayor de los Alvarado al volante, persiguieron una camioneta plateada Jeep Grand Cherokee más de dos millas (tres kilómetros) hasta que salió de la carretera.
El vehículo recibió varios disparos y su conductor, el agente del ICE, Kelton Harrison, resultó herido de un tiro en la espalda.
Harrison realizaba operaciones de vigilancia en la zona como parte de una larga investigación sobre tráfico de drogas.
Nadie ha sugerido que los Alvarado sabían que el conductor era un agente federal.
El martes, Contreras dijo a Márquez Alvarado que cometió un "gran error" y que la seriedad del delito requería que fuera llevado al sistema penal para adultos.
"Esto no ha terminado para usted", dijo Contreras. "Aún tiene una larga vida por vivir".
El abogado del adolescente, Ricardo Flores, dijo después que su defensa fue limitada ante el hecho de que no podía citar al padre y al hermano de su cliente para que testificaran. Tras la decisión del juez, el joven "que estaba esposado", abrazó a su madre al fondo de la sala de la corte.