Este miércoles el Papa Francisco se reunió con jóvenes en el Templo Votivo de Maipú, hasta donde llegó pasadas las 17.00 horas tras su arribo a Santiago desde Temuco.
"Me alegra que este encuentro se realice en Maipú. En esta tierra donde con este abrazo de fraternidad se fundó la historia de Chile", dijo el Pontífice al comienzo de su intervención que destacó por su lenguaje coloquial y alusiones a "La Ley" y al Padre Hurtado.
En su mensaje el Papa llamó a los jóvenes a no abandonar sus sueños. "La Virgen los acompaña a ser los protagonistas del Chile que sus corazones sueña (...) Yo sé que sueña y a lo grande. No sólo cuando están un poco curaditos", sostuvo Francisco, lo que causó risas entre los jóvenes asistentes.
El Pontífice también destacó la reacción de los chilenos ante los desastres naturales. "Cada vez que sucede una catástrofe natural tienen capacidad enorme de movilizarse, lo que habla de la generosidad de los corazones (...)".
Francisco continuó su mensaje pidiendo a los jóvenes que amen a su patria. "Si no son patriotas, no van a ser nada en la vida. Quieran a sus tierras, quieran a su Chile, den lo mejor de ustedes por su Chile", relató.
El Papa también llamó a los jóvenes a no renunciar a sus ideales e inquietudes. "Los adultos dicen que piensan así porque son jóvenes, que ya van a madurar o que se van a corromper", dijo.
Y continuó: "Cuando los grande pensamos eso, no le hagan caso. Se esconde que madurar es aceptar la injusticia, creer que nada podemos hacer, que siempre fue así, que siempre se hizo así. Eso no es madurar, es corrupción".
Cita a La Ley
El Papa Francisco también pidió a los asistentes a que ayuden que la Iglesia "tenga un rostro joven". "Les pedimos que nos muevan el piso y nos ayuden a estar más cerca de Jesús".
"El ruido ambiente y soledad de la ciudad nos aíslan de todo. El mundo que gira al revés pretende sumergirme en él ahogando mis ideas".
El Pontífice además dijo que a los jóvenes que nunca deben olvidar que son importantes en el mundo: "Nunca pienses que no tienes nada que aportar o que no le haces falta a nadie ese pensamiento es el consejo del diablo, pero para dejar las cosas como están, para que nada cambie, es uno que puede hacer el cambio en la sociedad es el joven".
Referencia al Padre Hurtado
El Papa comentó una analogía en que le preguntaba a un joven qué era lo que más le molestaba, a lo que éste contestó: "Cuando al celular se le acaba la batería o cuando pierdo la señal de internet (...) porque me pierdo todo lo que está pasando, me quedo fuera del mundo, como colgado. En esos momentos, salgo corriendo a buscar un cargador o una red de wifi y la contraseña para volverme a conectar'.
Al relatar esta conversación, Francisco continuó: "Hay momentos en que empieza a bajar el ancho de banda, el entusiasmo en estar conectado con Jesús se empieza a perder, y empezamos a quedarnos sin conexión, sin batería. Entonces nos gana el mal humor, nos volvemos tristes, sin fuerzas, y todo lo empezamos a ver mal. Al quedarnos sin esta conexión, el corazón empieza a perder fuerza, a quedarse sin batería".
En este sentido, citó al Padre Hurtado: "Ustedes tienen un gran santo que les puedes servir de guía: 'Contento, Señor, contento'. Hurtado tenía una regla de oro para encender su corazón con ese fuego capaz de mantener viva la alegría. Porque Jesús tiene ese fuego".
Y agregó: "La contraseña de Hurtado para mantener la señal es muy simple, me gustaría que la anotaran en el teléfono si se animan. Yo se las dicto".
El Papa relató que "Hurtado se pregunta, ¿Qué haría Cristo en mi lugar? ¿Qué haría Cristo en mi lugar en la universidad, en la calle, frente al que hace bullying? ¿Qué haría Cristo en mi lugar, cuando van a bailar, cuando hacen deporte, en el estadio (...)?
"Esa es la contraseña, la batería para encender en mi corazón, encender la fe, y la chispa en los ojos. Eso es la contraseña", aseguró.
Antes de concluir su intervención en Maipú, Francisco envió un mensaje a los jóvenes: "Les pido que no se olviden de rezar por mí".