La renuncia de Rodrigo Vergara a su cupo como Consejero del Banco Central el pasado 23 de noviembre, desató la carrera en busca de su reemplazante. Sin embargo, ese proceso aún está en negociaciones, por lo que nada impediría que la Reunión de Política Monetaria (RPM) de diciembre, que se llevará a cabo el próximo martes, se realice con cuatro consejeros.

Si bien la situación no es inusual (ya ocurrió en la RPM de septiembre de 2015 y enero 2014, por ejemplo), sí implicaría un escenario distinto en cuanto a la decisión de política monetaria, considerando que, a juicio del mercado, las posiciones sobre bajar o mantener la tasa de interés quedarán enfrentadas en un "dos contra dos".

Las divergencias entre las máximas autoridades del ente rector han quedado evidenciadas en las minutas de las reuniones que publica el propio BC. De hecho, según el reporte de la última cita de noviembre, por un lado un Consejero planteó que "el conjunto de antecedentes apuntaba con bastante claridad a una alta probabilidad de tener que aumentar el estímulo monetario en el corto plazo. n términos tácticos, el único argumento para no realizarlo en esta reunión era el hecho de no haber sido anticipado", agregando que de todas formas no había impedimento para actuar de forma más agresiva si se requería y que no veía como condición la inclusión de un sesgo para una decisión.En cambio, otro Consejero afirmó que "tomar una decisión basada exclusivamente en la premisa que el escenario no iba a cambiar y que todo lo ocurrido era transitorio, sería muy ingenuo", destacando que no urgía ajustar la TPM en lo inmediato.

Al respecto, Ángel Cabrera, economista y socio de Forecasts Consultores, subrayó que "efectivamente se sabe que tanto el nuevo presidente, Mario Marcel como Pablo García, vienen hace meses manifestando una postura más proclive a bajar tasas, por lo que la salida de Rodrigo Vergara va a cambiar los equilibrios".

Alejandro Alarcón, economista de la Universidad de Chile, comparte el eventual balance de fuerzas en el Consejo, aunque considera "poco probable incluso que cambien el sesgo, porque creo que van a esperar hasta después del IPoM para aquello".

De haber empate, según la normativa del BC la decisión queda en manos del presidente de la entidad.