La canciller alemana, Angela Merkel, recalcó el rol de un poder judicial independiente y la necesidad de nivelar las condiciones para las firmas extranjeras al iniciar su novena visita a China desde que asumió la dirección del gobierno germano.

Merkel llegó a China el domingo, en medio de la presión creciente de la industria y de grupos defensores de los derechos humanos para que se enfrente con más firmeza a los chinos. Pekín está supervisando una amplia represión contra grupos y activistas de derechos humanos y enfrenta quejas de empresas extranjeras sobre restricciones de acceso a los mercados.

"Un marco legal para las empresas tiene que ser pensado de tal forma que las firmas extranjeras tengan los mismos derechos y privilegios que las compañías locales, por ejemplo en lo que concierne a ofertas públicas, la protección efectiva de las marcas, patentes y datos", afirmó Merkel durante una ponencia en una universidad de Pekín.

Pese a que China ha dicho varias veces que va a incrementar el acceso de empresas extranjeras a sus mercados y que implementará reformas para impulsar a la economía del país, sus críticos la acusan de no cumplir con esa agenda y de crear nuevos reglamentos que están restringiendo aún más el acceso al mercado.

Además, el viaje de Merkel se produce en medio de la molestia en Europa por las exportaciones de acero de China. Sus rivales globales acusan al país asiático de exportar barato el insumo tras la desaceleración de la demanda doméstica. "Tenemos que asegurarnos que tenemos un campo de juego nivelado", dijo Merkel sobre el tema del acero.

La canciller se refirió también a la importancia de un verdadero imperio de la ley. En China, las cortes son controladas por el Partido Comunista.