La canciller alemana, Angela Merkel, reconoció que será difícil lograr que EEUU abandone sus prácticas de espionaje en Alemania, pero insistió que es importante subrayar las diferencias de postura con respecto al trabajo de los servicios secretos.
"Creo que no es fácil convencer a EEUU de que cambie por completo el trabajo de sus servicios secretos, se trata de una postura general. Por eso tenemos que dejar claro en que tenemos posturas diferentes", dijo Merkel en la tradicional entrevista de verano que emite mañana la Segunda Cadena de la Televisión Alemana (ZDF).
Sin embargo, la canciller alemana Angela Merkel espera un cambio en el comportamiento de Estados Unidos y lamentó la disminución de la confianza con ese país.
"La idea de que haya que preguntarse, cuando trabajamos juntos, si el que está en frente quizás trabaja para otro al mismo tiempo no es para mí una relación de confianza", dijo Merkel en la entrevista.
"Tenemos en eso visiblemente puntos de vista diferentes y debemos hablar", agregó Merkel, que descartó que la crisis que atraviesa la relación EEUU-Alemania impida el desarrollo de las negociaciones del tratado de libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea.
"Ya no vivimos en la época de la Guerra Fría en la que todos desconfiaban probablemente de todos", dijo Merkel.
"Creo que los servicios secretos del siglo XXI deben concentrarse en las cosas importantes y trabajamos estrechamente con los norteamericanos. Quiero que eso continúe", agregó la canciller.
El viernes, Estados Unidos había dado a entender claramente que no apreciaban la reacción de las autoridades alemanas que en represalia a los casos de espionaje expulsaron al jefe de los servicios secretos estadounidense en Alemania.
"La manera más eficaz de resolver las diferencias consiste en pasar por los canales privados establecidos, no por los medios de comunicación", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su primer comentario sobre la crisis diplomática esta semana.
"Unos aliados dotados de servicios de espionaje sofisticados, como Estados Unidos y Alemania, entienden con cierto grado de detalle lo que estas relaciones y actividades de espionaje implican exactamente", declaró Earnest.
En privado, varios responsables de la administración estadounidense expresaron su irritación después de la decisión alemana de hacer pública la crisis diplomática. El portavoz de la Casa Blanca se negó a precisar si el jefe del espionaje estadounidense había abandonado ya territorio alemán.
El caso se produce después de varios meses de tensión diplomática entre Alemania y Estados Unidos relacionada con los métodos de espionaje de Washington, que según las revelaciones del exconsultor Edward Snowden incluyeron la interceptación de las comunicaciones telefónicas de la canciller Angela Merkel.